La economía va en picada libre, la calle está encendida por las protestas y los diálogos entre el gobierno y las dirigencias política y empresarial siguen sin cuajar y sin mostrar señales de una verdadera voluntad del gobierno de cambiar de rumbo. Por el contrario, este sigue impertérrito en sus trece atornillando el comunismo castrista.
Tan cierto es que ni Maduro ni su combo van a mover un ápice su camino al despeñadero que de nuevo se enfilan a profundizar su tarea de construir al “hombre nuevo” para el socialismo del siglo XXI; es decir, uno de los ejes principales del Plan de la Patria, al llamar a una “Consulta Nacional por la Calidad Educativa” que se inicia este miércoles 23 de abril en los 29.000 simoncitos, escuelas y centros de educación media del país.
Esta consulta está supuesta a abrir un amplio debate durante cinco meses por todo el territorio nacional, en el que supuestamente participarían todos los sectores de la población, incluyendo padres y representantes, docentes y estudiantes. El objetivo de este “debate” sería definir los tres ejes fundamentales por los que se conducirá al sistema educativo venezolano en el futuro: Los instrumentos legales derivados de la Ley Orgánica de Educación, el Currículo Nacional y el Plan Educativo Decenal. ¡Cómo si ya el gobierno no los tuviera completamente definidos!
Para nada importa a los bolivarianos que el tema de la educación es un punto neurálgico y epicentro de conflictos con la sociedad civil y el sector estudiantil y docente. Un tema altamente controversial desde que se inició la arremetida revolucionaria contra el sistema educativo en el 2000 con el intento de imponer el Decreto 1011, con el que se buscaba regular la profesión docente y crear la figura de supervisores itinerantes con amplios poderes para intervenir en los asuntos de cualquier colegio público o privado.
Es una provocación iniciar a trocha y moche esta “consulta” sobre la calidad educativa, en estos tiempos de protestas estudiantiles. Además de que no tiene sentido de oportunidad pues la señal que emite es que el controvertido diálogo con el grupo de la MUD es un panfleto sin propósito de cambio o ajustes en las políticas revolucionarias.
Otro punto en esta cuestionada “consulta”, que se llevará a cabo en dos fases (concentrada y ampliada), es el factor confianza de los árbitros y jueces que evaluarán las encuestas que se realizarán, según el Ministerio de Educación, en lugares públicos, vía telefónica, correo electrónico y por la página web consultacalidadeducativa.me.gob.ve. ¿Quién puede creer que será objetiva e imparcial, en un país donde ni la justicia ni lo electoral es transparente?
Esta consulta se percibe tan bufa, como las precedentes que dicen se han llevado a cabo para la promulgación de leyes socialistas y revolucionarias, tales como la de alquileres, la de medios de comunicación, la del Trabajo, por citar solo tres. Supuestas “consultas populares” al pueblo “legislador”, en las que solo han participado grupos organizados afectos al oficialismo instruidos para expresar un “sí apruebo” sin opinión crítica o analítica por delante.
Previendo que se repita este escenario de “consulta” unidireccional, monolítica y sin un verdadero debate es el motivo de que hayan saltado las alarmas de toda la comunidad educativa y de la sociedad civil. Para todos es harto conocido que el maquiavelismo del gobierno de Maduro hará que esta “Consulta Nacional por la Calidad Educativa” no se encamine a mejorar el sistema educativo, una tarea que sería encomiable y plausible, sino que con ella se termine de acoplar la educación del venezolano al proceso castrocomunista.
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