“He venido a convocarlos a ustedes, empresarios de la patria, a que se incorporen a esta ofensiva de trabajo, de crecimiento”, dijo el jefe de Estado socialista ante 700 representantes de empresas congregados en el Círculo Militar para escuchar el anuncio de lo que él define como “segunda ofensiva” de su guerra económica.
El país con las mayores reservas petroleras del mundo enfrenta una inflación de 57% anual, desabastecimiento de uno de cada cuatro artículos básicos (importados en su mayoría) y desaceleración del crecimiento económico, que cayó en un año a la cuarta parte, lo que ha provocado sangrientas protestas en febrero y marzo.
Maduro había prometido para esta semana el lanzamiento de la segunda ofensiva en la “guerra económica contra la burguesía parasitaria” basada --según anticipó-- en tres ejes: producción, abastecimiento y precios justos.
El heredero polìtico de Hugo Chávez aseguró este miércoles que su gobierno pagará de “manera inmediata” un 30% de las divisas pendientes a importadores privados, que aseguran que se les adeudan 13.000 millones de dólares y se quejan de que el retraso en la asignación de divisas agudiza el desabastecimiento.
“Vamos a proceder de manera inmediata al reconocimiento y cancelación de un 30% (de divisas pendientes de asignar) como fórmula para avanzar en el resto de estos compromisos adquiridos”, expresó el mandatario.
En Venezuela rige hace más de una década un estricto control de cambios y durante 2013 el gobierno se atrasó en la entrega de los dólares subsidiados destinados a la importación de productos básicos, pero que también al amparo de una “fiesta petrolera” se utilizaron para subsidiar turismo internacional de lujo e importaciones suntuarias.
En paralelo, el mandatario extendió hasta el 31 de diciembre un decreto para “la excepción de los mecanismos y facilitación de trámites de importación en todo el sector de alimentos y salud”, que inicialmente aprobó a finales de 2013.
De esta manera, el gobierno prevé atender los “cuellos de botella” que se generan en sectores prioritarios de importación, que deben realizar engorrosos trámites para importar.
El presidente dijo además que pondrá a disposición de los proyectos de inversión con fines productivos parte de los miles de millones de dólares acumulados en una serie de fondos específicos.
“Vamos a generar incentivos para construir la vocación exportadora del país (… y) apoyar los procesos productivos que tienen su mercado fuera. Son fuentes nuevas de (las) divisas que necesita” Venezuela, agregó.
Cerca del 95% de las divisas de Venezuela provienen de las exportaciones petroleras, área cuya producción está estancada en menos de 3 millones de barrilles diarios, aunque el país cuenta con 300.000 millones de barriles de reservas, las mayores del mundo.
A partir del jueves, además, comenzarán a publicarse listas de precios negociadas con ensambladoras de automóviles y loe métodos de cálculo de la ley de precios justos --sancionada por Maduro gracias a los superpoderes que le dió el Congreso-- y que fija un tope de 30% a las ganancias.
El Nuevo Herald
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