Se conoció, de manera extraoficial, que el gobierno de Nicolás Maduro no está dispuesto a aceptar ninguna de las peticiones hechas por la Mesa de la Unidad Democrática en el marco de las conversaciones que llevan adelante ambas instancias.
La respuesta que recibieron los representantes de los sectores democráticos de parte de Miraflores, a través de los cancilleres de Colombia, Brasil y Ecuador y el nuncio de su santidad, fue que no le darían la libertad al comisario Iván Simonovis, ni tampoco a todas las personas que han sido detenidas como consecuencia de las protestas que se iniciaron el pasado 12 de febrero.
En cuanto a la petición de una Comisión de la Verdad amplia, plural y donde no tuviera participación el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, la respuesta oficialista fue que la comisión instalada en el Parlamento era “la comisión de la verdad y punto”.
En relación a la actuación de los grupos paramilitares, tampoco desde el Ejecutivo aceptaron ningún tipo de investigación o desarme. De todas maneras, los diplomáticos extranjeros que han servido como mediadores harán un último intento para que el diálogo entre ambos sectores no termine en un fracaso, al reunirse nuevamente con representantes del Ejecutivo.
Desde la MUD se considera que el fracaso se debe a que el presidente Nicolás Maduro se encuentra maniatado y que la afirmación hecha en días recientes por el secretario general de Acción Democrática, Henry Ramos Allup, en el sentido de que había que incluir al presidente de la República en el grupo de detenidos por quienes había que pedir la libertad no es exagerada.
Se conoció también, que todos los factores que integran la mesa opositora y que participaron en el diálogo, están de acuerdo en retirarse de las conversaciones. El anuncio formal será hecho mañana martes en una rueda de prensa encabezada por Ramón Guillermo Aveledo.
Cort. TalCualDigital
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