El corredor venezolano de Fórmula 1 Pastor Maldonado tuvo su encontronazo con el ministro de Deporte Antonio Álvarez, luego de que éste decidiera que las especialidades de motor fueran eliminadas de la lista, al considerar que el dinero que se le entregaba al corredor podía ser destinado a otras especialidades
SEBASTIÁN BOCCANEGRA/TalCualDigital
Pastor Maldonado volvió a chocar, pero esta vez no lo hizo en las pistas sino en el despacho de ministro del Deporte, Antonio Álvarez. Resulta que ahora, repentinamente, las especialidades de motor no están entre las prioridades del desarrollo deportivo del país.
¿Qué pasó para que se produjera ese cambio? Tal vez nunca lo estuvieron, pero a alguien se le ocurrió que Maldonado, con unos dólares por delante, podría ayudar a promover la candidatura del prócer de Sabaneta y así se hizo.
Después, durante la gestión de la esgrimista Alejandra Benítez, se descubrieron algunas irregularidades en la entrega de dólares para algunos pilotos, guiso que por supuesto no ha sido aclarado ni lo será. Para eso está la fiscalía, para ver para otro lado.
El ministro de Educación, Héctor Rodríguez, quien regentaba el despacho deportivo cuando ocurrieron las irregularidades puede dormir tranquilo. Pues bien, ahora las prioridades son otras.
En el despacho de Álvarez se dieron cuenta que con ese dinero entregado a Maldonado y los demás se podía hacer mucho en otras especialidades deportivas. Que eso de los carros y motos de carrera es más bien un deporte “burgués”. Esa es una explicación, algo desfasada, pero más vale tarde que nunca. Otra posible razón, seguramente la más cercana a la verdad, es que el gobierno de Maduro se está quedando sin “gasolina” y tiene que recortarle el subsidio hasta al chocón de Maldonado.
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