SEBASTIÁN BOCCANEGRA/TalCualDigital
Ayer el general Kerelis Bucarito, presidente de la Oficina Nacional Antidrogas, afirmó que el gobierno "revolucionario" ha destruido 447 pistas de aterrizaje ilegales desde 2008. No sabemos a quién admirar más, si a los que las destruyen o a los que las construyen.
Creo que los que de verdad cumplen con la consigna de eficiencia o nada son los traficantes de drogas. Si son ciertas las cuentas de Bucarito, nunca se puede confiar en los números de los chavo-maduristas: los narcos han construido 74,5 pistas al año, desde 2008, lo que da una media de algo más de seis pistas al mes. Ustedes se imaginan si a esos constructores se les encarga la culminación de la autopista de Los Llanos, que se comenzó a construir en tiempos de Luis Herrera Campins y todavía no enlaza a Valencia con Barinas.
O se les otorga la buena pro para que terminen la autopista entre Caracas y Puerto La Cruz, que se empezó a construir a finales del mandato de Jaime Lusinchi.
También se les podría hacer la oferta para que culminen el tren que parte de Puerto Cabello y debe terminar, según el proyecto original, en los Valles del Tuy, el cual se comenzó a construir cuando llegó el difunto "eterno" al poder, y todavía nada de nada.
Si las obras pendientes quedaran en manos de los constructores de los narcoaeropuertos, Venezuela estaría al día en materia de infraestructura. Ahora bien, ¿cómo hacen estos señores para construir esa cantidad de narcoarepuertos al mes? ¿Será que tienen un "sol" que los ilumina?
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