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Hace 5 años, el día 27 de mayo de 2007, el gobierno de Chávez cerró de forma arbitraria e ilegal, sin respetar las leyes, que el propio gobierno aprobó como la Ley Orgánica de Telecomunicaciones de 2000, al canal Radio Caracas Televisión, medio de comunicación que para ese entonces tenía 53 años en el aire, con posiciones críticas a los gobiernos democráticos a partir de 1958.
En su natural prepotencia y arrebato de valentía contra quien no puede defenderse, el 28 de diciembre de 2006, Chávez ordenó a su aparato de censura el cierre de RCTV con la excusa del vencimiento de la concesión, pero el canal no fue cerrado por eso. Al contrario, para cerrarlo se emplearon mecanismos administrativos y sus equipos fueron confiscados.
El país se movilizó con una solidaridad general hacia RCTV y hacia todos sus trabajadores. Venezuela marchó, protestó, y argumentó las razones por las cuales el canal no debía cerrarse. Pero se impuso la voluntad dictatorial del gobierno de Chávez, el cual busca cerrar todas las fuentes de información y las que no puede clausurar, las ahoga con procedimientos administrativos amañados para que se auto censuren.
Hoy en Venezuela no se puede decir que exista la libertad de expresión. Lo que existe es la valentía de la sociedad para defender la libertad de expresión que cada día es cercenada por este gobierno. Medios de comunicación, periodistas y ahora los ciudadanos en virtud de la disponibilidad de la Internet, asumen la información con riesgos. Riesgos de ser agredidos por los seguidores del gobierno; riesgos de ser demandados, de que su trabajo profesional sea confiscado por fuerzas represivas; de ser amenazados con la suspensión o no renovación de concesiones.
Pero la alevosía no fue solo contra RCTV. El 31 de julio de 2009, Diosdado Cabello, como Ministro de Comunicaciones, anunció el cierre de 34 emisoras de radio, práctica que se ha seguido hasta la fecha, bajo la excusa de que son emisoras “piratas”, tal y como se vio recientemente en Monagas. Apenas el Gobernador expresó una diferencia con el PSUV, arrancó la retaliación contra la Gobernación y se cerraron emisoras de radio en Monagas con la excusa que son ilegales.
A cinco años del cierre de RCTV ¿Cuál es el balance que se puede ofrecer? Se justificó el cierre de RCTV con la excusa de que no había frecuencias disponibles para un canal de servicio público, y salió al aire un nuevo canal de Estado: TVES, en cuya programación se puede ver que está muy lejos de ser un canal de corte público.
La audiencia de TVES es sumamente baja, con lo que la llamada democratización del espectro radioeléctrico que fue otra excusa para cerrar a RCTV, con la salida al aire del primero no se dió. Más bien, la audiencia que tenía RCTV se fue a otros canales y lo que hay ahora es una grosera concentración del espectro, con lo que el ciudadano no tiene alternativas y los que pueden, se mudaron al cable, sistema, por cierto, al que el gobierno le quiere poner la mano y así controlarlo.
La censura llega a tales extremos, que CANTV, en teoría empresa del Estado, tiene un canal por cable, pero en su parrilla excluyó a canales que no son del gobierno. Es la misma empresa que el día 17 de mayo del presente año, durante los sucesos de La Planta censuró a páginas de Internet al bloquear el acceso a las mismas. Ante ello su director solo atinó a decir que CANTV genera dividendos. ¿Dividendos para qué? ¿Para censurar y bloquear el acceso a medios y a Internet?
A cinco años la Unidad pregunta ¿Valió la pena cerrar a RCTV? Nuestra respuesta es No ¿Se atreve el gobierno a preguntar al país? No lo hará, porque la decisión es parte de una estrategia para ahogar la democracia. A cinco años, la democracia agarra fuerzas en la voluntad de la sociedad. Lo que se ahoga es la pretensión autoritaria del gobierno
En resumen, el venezolano hoy no recibe información, sino que es obligado a consumir una ideología atrasada, a través de cuñas obligatorias de la llamada Ley Resorte. Los canales que el gobierno maneja y que ya no son canales del Estado, hoy son espacios para atizar el odio y para el insulto por todos los integrantes del gobierno, encabezados por el propio Presidente de la Republica.
Vulgaridades que llegan al límite de permitirse agresiones verbales contra las madres de quienes disienten del gobierno. Embestidas verbales avaladas por el llamado sistema judicial socialista, es decir, por la corrupción y por la represión.
El país reclama información plural y veraz. El mejor desmentido al discurso del gobierno que ‘ahora hay libertad de expresión como nunca antes’ es que la gente busca fuentes alternativas a las que ofrece el gobierno. Ni siquiera los partidarios del gobierno sintonizan los canales oficiales cuando sucede algo inesperado, sino a canales de información libre, porque los canales del gobierno no informan, no dicen nada, ‘todo está normal’. No dijeron nada de lo que pasaba en La Planta, y solo lo hicieron cuando los demás canales comenzaron a informar, a riesgo de ser censurados, multados, detenidos o confiscados sus equipos, como ocurrió con los periodistas de Globovisión y El Nuevo País.
La Mesa de la Unidad Democrática expresa su respeto y solidaridad por el coraje que los trabajadores y directivos del canal demostraron y demuestran al país al defender la libertad que tenemos todos los venezolanos de estar informados.
También expresa su respaldo a los profesionales de todos los medios de comunicación que asumen el oficio del periodismo con convicción y con el deseo de informar, pese a los riesgos que les toca enfrentar. Manifiesta su reconocimiento a medios de comunicación que, pese a la represión del gobierno, informan y lo hacen verazmente.
Reiteramos al país que vamos a ganar el 7 de octubre de 2012, por lo que insistimos en la oferta contenida en nuestros Lineamientos para el Programa de Gobierno de Unidad Nacional, presentado al país el día 23 de enero del presente año, señalada en el punto 127 que dice: “restituir la señal a RCTV y a las emisoras de radio ilegalmente cerradas”.
Globovisión/Nota de prensa
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