KEILYN ITRIAGO MARRUFO/TalCualDigital
“Nuevo” gobierno, nueva mano dura para los medios de comunicación social. Los primeros gestos del presidente Nicolás Maduro dibujan un panorama poco alentador para las televisoras, periódicos y páginas web que no profesen directamente con la revolución bolivariana, que él mismo dijo tendría que radicalizar durante su gestión.
La acusación a Televen, de hacer todas las noches un “festín de violencia”, además de hacerle un llamado junto a Venevision para definirse, son expresiones y valoraciones que según el director de Espacio Público, Carlos Correa, tienen un efecto intimidante, preocupante, generador de autocensura.
Afirma que el efecto del discurso presidencial es muy fuerte y las declaraciones descalificadoras de altos funcionarios, como las que ha hecho recientemente el diputado Pedro Carreño de solicitar investigar al periodista Nelson Bocaranda, en su mayoría se han acompañado de sanciones o persecuciones.
SEGUIRÁN GOLPEANDO
La falta de un pronunciamiento por parte de Maduro frente a los ataques y agresiones a periodistas que han caracterizado el comienzo de su mandato, también resulta preocupante para el experto en comunicación y democracia Andrés Cañizález, quien advierte que otra señal alarmante es el uso abusivo de las cadenas de radio y televisión sin justificación alguna sino simplemente para responderle políticamente al candidato de la oposición Henrique Capriles Radonski.
A su juicio, ante la caída de popularidad que se viene agudizando será una constante que Maduro apele a las medidas coercitivas de obligar a que la gente escuche su discurso, además de sacar del aire ruedas de prensa que no le convengan.
La amenaza velada hacia los medios privados de comunicación, vista en el contexto del cambio de accionistas de Globovisión, según Cañizález, propicia un ambiente de mucha incertidumbre y posibilidades de que el Gobierno actúe en contra.
El también miembro del centro de Investigaciones de la UCAB recuerda que el canal de la Colina fue vendido por un cerco sistemático por parte del Estado que les llevó a los dueños a gastar más dinero en abogados que en periodistas debido a la cantidad de procesos y juicios que tuvieron que enfrentar.
Cañizález sostiene que se ha ido perdiendo paulatinamente, y en estos últimos días de manera acelerada, el espacio de acción de otras instituciones, como por ejemplo el veto en la Asamblea Nacional, “y esto al mundo mediático le dice que no existen instancias a las que acudir ante una injusticia o sanción”.
INTERNET SERÁ ATACADA
En opinión de Correa, habrá un mayor seguimiento de los medios radioeléctricos sobre los cuales Conatel tiene mayor control, pero además hay una preocupación de las redes sociales. Cañizález también coincide en que los medios impresos están sometidos a presiones de orden más indirecto, pero cree que estas también se agudizarán.
El mensaje que le ha dado el Gobierno a los empresarios de que no financien a los actores políticos es también un discurso que llevará a la inhibición de publicación comercial de medios críticos.
Además, en la medida en que el tema cambiario tenga mayores niveles de tardanza en la entrega de dólares por efecto de una óptica política afectará la adquisición de suministros para la prensa, que en su mayoría son importados. Algunos periódicos ya de por sí han reducido su número de páginas.
El imaginario de la lista Tascón en las instituciones públicas, tal como señala Cañizález, también se trasladará hacia los medios, de manera que el derecho de palabra en pautas públicas se reducirá aún más.
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