Demasiado poder otorga a veces a ciertos funcionarios de la administración pública la facultad para emplear el vocabulario que usa el motorizado infractor que se atraviesa en la autopista y le reclama al automovilista.
El pasado viernes, en la sede principal del Saime, de la avenida Baralt, una señora llorosa le imploró a una jefa de Pasaportes de ese despacho si podía resolverle un problema con su pasaporte, ya que debía viajar a Estados Unidos, donde según ella, debía visitar a su papá que estaba grave.
Ante la insistencia de la ciudadana y frente a la cola de los que esperaban ser atendidos, la funcionaria de marras le gritó a todo pulmón "¡C..., me sabe a m... tu emergencia!" y la mandó a hacer la cola. Un silencio sepulcral de quienes estaban en la cola les sirvió como nueva excusa para salir lo más pronto posible de Madurozuela.
Cort. TalCualDigital
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