Este martes 19 de noviembre, los parlamentarios “rojos, rojitos”, y otros tres diputados sumados a la causa por diferentes y muy opacas vías, le dieron poderes a Nicolás Maduro por 12 meses continuos “para dictar decretos, con Rango, Valor y Fuerza de Ley en las materias contra la corrupción y guerra económica desatada contra la Patria”.
Esta es la quinta ley habilitante aprobada en los tres lustros que lleva Venezuela en poder del castrocomunismo, y la primera de Maduro, un gobernante con mandato cuestionado y sobre quien se tienen dudas razonables de su nacionalidad.
Nace la quinta habilitante del castrocomunismo, en momentos cuando Venezuela atraviesa una severa crisis económica y social; cuando el gobierno ha iniciado la destrucción de otro sector productivo privado; cuando se desconoce con total arbitrariedad la libre información y opinión; cuando la delincuencia y la inseguridad campean a nivel nacional y cuando sondeos de opinión indicaban que “68,5% de los venezolanos ve con malos ojos la situación actual del país y el 53,1% tiene una opinión negativa de la gestión de Nicolás Maduro”.
Se otorga además esta habilitante, en pleno fragor de unos comicios electorales para elegir los gobiernos municipales y los concejos municipales, que se anticipan serán plebiscitarios y determinantes para corroborar la ilegitimidad de origen del mandato de Maduro.
Además de ser ésta una entrega vergonzosa de las potestades constitucionales del Poder Legislativo al Ejecutivo, Maduro ya ha evidenciado que no dará tregua ni cuartel a quienes declare como objetivos de sus imaginarias “guerras”, y con el descaro de quien se cree invencible, dictaminó "voy con todo, no va haber arrepentimiento", y amenazante aclamó que con la habilitante “no me parará nadie”.
Mala señal de un gobernante a quien se le opone la mitad del país, y quien alcanzó el poder, tras una mala jugada del destino a Hugo Chávez, con apenas un dudoso 1,49% (223.000 votos) de diferencia con el líder democrático, Henrique Capriles. El desconocimiento de sus pares políticos, y con ello de los millones de venezolanos que éstos representan, hace prever que en Venezuela, como en Zimbabue en 2007, se estaría preparando una escalada de persecución política, de allí la deshumanización en las que se le intenta sumergir al catalogarlos de “parásitos”. La nueva y arbitraria inhabilitación al candidato de la Alcaldía de Baruta, David Uzcátegui indican por dónde irán los tiros habilitados.
Otro mal presagio de esta patente de corso que se le dio a Maduro, lo indica la arremetida brutal de las últimas semanas en contra los comerciantes minoristas y distribuidores de bienes y productos de diferentes rubros. Más aún cuando en la exposición de motivos que acompañó la solicitud de la Habilitante se anticipa que entre los objetivos se busca “combatir los antivalores que fomentan el individualismo, la explotación, del hombre por el hombre, el mercantilismo, el consumismo y la acumulación perversa de capitales, propios del depredador, sistema, capitalista. Todo ello, con la finalidad de profundizar y ejecutar los mecanismos de sanción penal, administrativa, civil y disciplinaria, según sea el caso, para los que incurran en ineficiencia administrativa, política y en hechos de corrupción, así como en conductas que atenten contra el sistema económico”. Todo ello dentro de “la llamada moral y ética socialista”, cualquier cosa eso signifique.
Agravan estos malos indicios, la arremetida para silenciar la crítica y a los medios de comunicación. Hace unos días Maduro llamó a boicotear a los periódicos: “Que el pueblo decente, patriota, el pueblo que está reaccionando frente a estas medidas, no compre estos periódicos, porque estos son los periódicos que defienden a la burguesía parasitaria”. Lo que se suma a la hegemonía que ya ejerce sobre medios radiotelevisivos y prensa escrita, que ya cuenta en su haber la autocensura que se imponen Globovisión y El Mundo, Economía y Negocios, de donde han sacado a todo periodista, ancla, y analista contestatario del régimen.
¿La patente de corso que se le dio a Maduro, terminará por instaurar el sistema comunista en Venezuela?
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