Ya no sólo es lo que dice, también es lo que decreta y concreta.
Al lenguaje bélico que caracteriza a Hugo Chávez y sus acólitos, se le han unido acciones que evidencian que sus advertencias guerreristas no son algo para tomar a broma o echar en saco roto.
No es de gratis que este 11 de abril, a ocho años de las acciones sangrientas de los pistoleros de Puente Llaguno, el mandatario nacional avisara en su Aló Presidente que "la batalla no ha terminado", ni que advirtiera que en prevención de eventuales golpes de Estado, invasiones y amenazas de guerra del Imperio, "el pueblo está en armas. Tendremos fusiles para todo el pueblo".
En apoyo a sus advertencias, tiene a la Milicia Nacional Bolivariana, una especie de símil de la SS de Aldolf Hitler, que bajo el mando directo del primer mandatario complementa (¿o usurpa?) las funciones de defensa nacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.
Para que no quede duda de la relevancia de este cuerpo pretoriano, se decretó el 13 de abril, como "Día de la Milicia Nacional Bolivariana, del Pueblo en Armas y de la Revolución de Abril" y, por tanto, de júbilo nacional. Se busca con ello exaltar en la memoria "la gesta histórica" de la que fue supuestamente protagonista el pueblo de Venezuela en 2002, a pesar de que esa fecha rememora días violentos, sangrientos y aciagos donde perdieron la vida decenas de venezolanos.
Las intenciones de llevar más allá de las palabras el afán guerrerista del Comandante en Jefe se evidencian también en la creación de Comandos de Guerrilla Comunicacional, que juramentara este 12 de abril la nueva ministra de Comunicación e Información, Tania Díaz.
Estos comandos, símiles de la juventud hitleriana, forman parte del Programa de Comunicación Popular Revolucionaria del Gobierno del Distrito Capital. Y están integrados por unidades de 25 jóvenes estudiantes de secundaria que de manera "voluntaria" combatirán la "dictadura mediática imperial", utilizando lógica comunicacional, tecnología de punta y una extensa base ideológica "revolucionaria". Los "guerrilleros comunicacionales" desplegarán su movilización doctrinaria diariamente a través de cualquier medio de expresión incluyendo Internet, telefonía móvil, murales, medios alternativos de comunicación y actividades artísticas y culturales.
Para muchos analistas, todo este lenguaje agresivo y la activación de estas estructuras paralelas milicianas y guerrilleras forman parte de una estrategia para seguir inyectando el factor miedo en cada ciudadano, a fin de coartar el pensamiento, inhibir la libre expresión y castigar la opinión en disenso.
En definitiva en estos días de abril de 2010, el Gobierno vuelve a avanzar en el camino de la radicalización revolucionaria de tilde comunista que aupa el mandatario nacional.
Al lenguaje bélico que caracteriza a Hugo Chávez y sus acólitos, se le han unido acciones que evidencian que sus advertencias guerreristas no son algo para tomar a broma o echar en saco roto.
No es de gratis que este 11 de abril, a ocho años de las acciones sangrientas de los pistoleros de Puente Llaguno, el mandatario nacional avisara en su Aló Presidente que "la batalla no ha terminado", ni que advirtiera que en prevención de eventuales golpes de Estado, invasiones y amenazas de guerra del Imperio, "el pueblo está en armas. Tendremos fusiles para todo el pueblo".
En apoyo a sus advertencias, tiene a la Milicia Nacional Bolivariana, una especie de símil de la SS de Aldolf Hitler, que bajo el mando directo del primer mandatario complementa (¿o usurpa?) las funciones de defensa nacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.
Para que no quede duda de la relevancia de este cuerpo pretoriano, se decretó el 13 de abril, como "Día de la Milicia Nacional Bolivariana, del Pueblo en Armas y de la Revolución de Abril" y, por tanto, de júbilo nacional. Se busca con ello exaltar en la memoria "la gesta histórica" de la que fue supuestamente protagonista el pueblo de Venezuela en 2002, a pesar de que esa fecha rememora días violentos, sangrientos y aciagos donde perdieron la vida decenas de venezolanos.
Las intenciones de llevar más allá de las palabras el afán guerrerista del Comandante en Jefe se evidencian también en la creación de Comandos de Guerrilla Comunicacional, que juramentara este 12 de abril la nueva ministra de Comunicación e Información, Tania Díaz.
Estos comandos, símiles de la juventud hitleriana, forman parte del Programa de Comunicación Popular Revolucionaria del Gobierno del Distrito Capital. Y están integrados por unidades de 25 jóvenes estudiantes de secundaria que de manera "voluntaria" combatirán la "dictadura mediática imperial", utilizando lógica comunicacional, tecnología de punta y una extensa base ideológica "revolucionaria". Los "guerrilleros comunicacionales" desplegarán su movilización doctrinaria diariamente a través de cualquier medio de expresión incluyendo Internet, telefonía móvil, murales, medios alternativos de comunicación y actividades artísticas y culturales.
Para muchos analistas, todo este lenguaje agresivo y la activación de estas estructuras paralelas milicianas y guerrilleras forman parte de una estrategia para seguir inyectando el factor miedo en cada ciudadano, a fin de coartar el pensamiento, inhibir la libre expresión y castigar la opinión en disenso.
En definitiva en estos días de abril de 2010, el Gobierno vuelve a avanzar en el camino de la radicalización revolucionaria de tilde comunista que aupa el mandatario nacional.
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