¿Hackers oficiales?//Ruth Capriles

Por: Ruth Capriles/El Universal

El llamado oficial es a la guerra civil. ¿Acudimos o llamamos a las puertas de la Justicia?

La palabra guerrilla refiere a un tipo de guerra armada utilizada por civiles armados contra una fuerza armada militar, sea nacional o externa. Usa tácticas de movilidad como la emboscada, el sabotaje de las comunicaciones y de los suministros, el asalto, el atentado. La guerrilla no es guerra franca, es guerra subversiva.
Formar una guerrilla de jóvenes es incitar a la violencia subversiva. Dotarlos de equipos para ese fin es organizar y financiar una banda de hackers o delincuentes informáticos. Y si hacen honor al nombre de su organización, actuarán contra el sistema armado nacional y el mismo Gobierno. Porque para eso son las guerrillas, para combatir fuerzas armadas institucionales y superiores en organización y armamento.

Seguro que sus órdenes son hostigar a los medios libres de comunicación y a los ciudadanos silvestres que usan múltiples sistemas de comunicación. Seguro que han sido adoctrinados y al ser nombrados como portadores de la verdad, dirigirán la subversión contra los ciudadanos y los pocos medios que quedan libres de contar nuestra verdad. Pero allí no hay mucha carne que morder. Sólo tienen que tumbar un canal de TV y unos pocos periódicos para que se les acabe el frente. Se darán cuenta muy rápido que el verdadero frente de una guerrilla es el Gobierno Nacional. Hay tantos delitos en esa acción gubernamental, que no bastarán los recursos que podamos introducir ante todos los tribunales, nacionales e internacionales.

Hay recursos por incitación a la violencia juvenil, por violar los artículos 63 y 265, cuanto menos, de la LOPNA y en general por contradecir el espíritu de la ley que pretende proteger a los jóvenes de tales incitaciones al delito y a la violencia.

Pero además hay recursos por incitación a la violencia de ciudadanos contra ciudadanos. Es la guerrilla juvenil, la milicia campesina, el pueblo en armas que tendrá los fusiles prometidos por el mismo Presidente. El llamado oficial es a la guerra civil. ¿Acudimos al llamado o llamamos a las puertas de la Justicia?

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