Washington.- El embajador venezolano ante la Organización de Estados Americanos, Roy Chaderton, rechazó hoy el informe anual de la CIDH, al arremeter contra la directiva del organismo interamericano y acusarlo de actuar con prejuicios y de querer causar daño político a Caracas.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) publicó hoy su informe anual, en el que incluye un año más a Venezuela entre los países que no respetan los derechos humanos, destaca Efe.
En la sesión de la Comisión de Asuntos Jurídicos y Políticos (CAJP) de la Organización de Estados Americanos (OEA), donde el presidente de la CIDH, el chileno Felipe González, presentó el informe, Chaderton dijo que el organismo "se apresura con su melliza, la Relatoría de la Libertad de Expresión, en condenar a Venezuela y reacciona perezosamente ante la censura de otros casos".
Caracas considera que la CIDH reaccionó tardío en el caso del "Caracazo", los sucesos de la violenta revuelta social que el 27 de febrero de 1989, y que no hizo nada para proteger al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en el golpe de Estado de 2002.
"Cada vez que denunciamos la insensibilidad de los comisionados y la tardanza de actuar en 1989 y la desatención ante el cautiverio del presidente Chávez, la respuesta siempre es el silencio o algún fallo en la Justicia venezolana", señaló Chaderton.
Venezuela considera que la CIDH, mediante su secretario Ejecutivo, el argentino Santiago Canton, reconoció en 2002 al Gobierno de facto encabezado por Pedro Carmona.
En este sentido, Chaderton volvió a arremeter contra el argentino, algo que no es nada nuevo, pero en esta ocasión también criticó duramente al presidente de turno y al relator para Venezuela, el brasileño Paulo Sérgio Pinheiro.
Dijo que Canton es "intocable, inamovible y todopoderoso", al tiempo que denunció la actuación de González, quien, explicó, "nada más tomar posesión de su cargo ofreció una entrevista exclusiva al diario golpista El Universal", por lo que Caracas no puede confiar en él ni en una CIDH que, alegó, basa sus informes en denuncias de personas y organizaciones vinculadas al golpe de Estado.
También acusó a Pinheiro de haber difundido declaraciones "infundadas" en entrevistas que concedió para hablar del informe que sacó la CIDH en febrero sobre Venezuela.
Para Chaderton, todos ellos son cómplices de una "información selectiva y ocultaciones selectivas de acciones cometidas por otros Gobiernos", mientras critican a Venezuela.
El embajador señaló además que por la CIDH "desfilan políticos defensores de los derechos humanos", y acusó al organismo de vivir "una situación de acromegalia" porque no presta suficiente atención a casos que verdaderamente lo requieren.
La CIDH, dijo, "vive el insomnio de los injustos".
"No hablo de una CIDH donde los comisionados apoyan a los Estados para superar sus problemas, sino de una CIDH con Canton que sustancia con críticas prejuiciadas con el propósito de causar daño político" a determinados países, enfatizó.
"Algo está pasando en la OEA, la CIDH y la Relatoría cuando las quejas y protestas son desatendidas y se esconden detrás del parapeto burocrático", indicó.
Chaderton aseguró a los comisionados que "mientras estas irregularidades no sean superadas, la CIDH no será bien recibida en Venezuela", adonde el organismo quiere viajar desde hace años pero Caracas nunca le ha dado la autorización necesaria.
El embajador afirmó, por último que, al "desprestigiarse la CIDH, ésta se debilita y pierde credibilidad para su misión, y al perder credibilidad quienes terminan perdiendo son las víctimas de las violaciones que ocurren y pueden ocurrir en cualquiera de las democracias de nuestro continente".
Cort. El Universal
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