Por: VenEconomía
La crisis de escasez generada por las políticas castrochavistas aplicadas en los 14 años de Gobierno de Hugo Chávez, pareciera que está induciendo a Nicolás Maduro a hacer algunos incipientes acercamientos con diversos empresarios del sector productivo.
La semana pasada fue noticia de primera página en toda la prensa nacional la reunión de Maduro con Lorenzo Mendoza, el presidente de Empresas Polar, de la que habría salido un acuerdo para trabajar Gobierno-Empresas Polar dentro de un clima de diálogo y respeto mutuo.
El Gobierno hizo además varios anuncios, entre los que se cuentan:
1) La creación de 11 mesas técnicas entre empresarios y funcionarios de varios ministerios relacionados con las diversas problemáticas a tratar, así como con representantes de Cadivi y del Banco Central. Las mesas relacionadas con el tema de desabastecimiento alimentario comenzaron a realizarse este lunes 20 de mayo, con la participación de unos 500 empresarios, en donde se trataron los problemas y posibles soluciones al desabastecimiento, la asignación de divisas, trabas a las importaciones y producción.
2) Se anunció el aumento de 20% en los precios de venta a diferentes productos que estaban regulados.
3) Se aseguró a los empresarios que se iban a resolver los problemas de los atrasos de Cadivi.
Aunque algunos han aplaudido el aparente cambio de actitud del gobierno, en este obligado “ablandamiento” del Ejecutivo Nacional, no aparecen por ningún lado las políticas y las medidas indispensables para promover la producción de forma sostenible.
El gobierno todavía no ha captado una de las esencias del problema: que los precios tienen que ser suficientes para cubrir los costos de los productores, los distribuidores, los transportistas y los detallistas, y dejar un margen razonable de ganancia para toda la cadena productiva y comercializadora.
Esto se logra cuando se deja la formación de los precios al mercado. ¡Eso es algo de Perogrullo! Tampoco ha querido tomar en cuenta los costos y márgenes adecuados para la fijación de los precios controlados. El aumento del 20% autorizado la semana pasada para varios productos no bastó para que la mayoría de las empresas dejaran de registrar pérdidas. Ni ha querido entender que la escasez es consecuencia directa de su empeño de fijar los precios bajos en el falso supuesto que esto es para beneficio del consumidor.
Lo más grave de la situación es que el consumidor hoy está pagando “precios de mercado” en los mercados paralelos donde el beneficio del mayor precio lo perciben los intermediarios informales, y no los productores.
O sea, hoy día se tiene el peor de los mundos, escasez con precios altos.
Aparte de la indispensable corrección de otras políticas que frenan la inversión y destruyen la productividad, la forma primordial de saldar el problema de la escasez es la adopción de una política que permita que sea el mercado el que fije los precios. Con el sólo anuncio de una política de este talado, se comenzarían a generar inversiones, producción y empleo.
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