YOLIMER OBELMEJÍAS | EL UNIVERSAL
El presidente Nicolás Maduro exhortó públicamente a los canales de televisión a bajar el tono de la programación que transmiten, pues, según dijo, la pantalla chica venezolana está cargada de violencia. De hecho, ya empezó a reunirse con directivos de algunas televisoras para que la invitación gubernamental no se quede en una mera invitación.
¿Es cierto? ¿Los canales de televisión exceden sus libertades y ponen al aire espacios que no representan un buen ejemplo para la audiencia? ¿Conviene hacer una revisión? El director de teatro y actor de televisión Héctor Manrique, los actores Carolina Perpetuo y Rolando Padilla, y el productor Luis Pasarella expresan sus opiniones al respecto.
"El primero que tiene que bajar el tono violento es el propio Presidente. El tono violento viene marcado desde cuando el presidente Chávez era candidato hasta el sol de hoy. Esto es lo que ha signado la forma de hablar y comunicarse; de manera que los primeros que tendrían que moderarse son ellos", subraya Padilla.
Acerca de la exigencia presidencial, el actor recuerda que las plantas televisivas se rigen por la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión. "Nuestras televisoras ya están reguladas por una ley de contenido que, a mi juicio, es absolutamente hipócrita, porque no se les llamó la atención hasta que no se manifestaron adversos a este gobierno. Nadie le dijo nada a alguno de los canales que transmitían programas fuertes dentro del horario protegido. Era insólito ver como de repente a las 8:00 de la noche había una telenovela o una serie de acción fuerte y a nosotros nos aplican una ley de contenido que, en este momento, tiene prácticamente fuera de mercado a las telenovelas. Tenemos limitaciones enormes".
"Hay palabras que no puedes decir en una novela. No puedes hablar de corruptos, no puedes hablar de malandros. Son palabras que no están bien vistas dentro de esta ley, entonces no se dicen. Aquí no estamos haciendo narconovelas, que muestran mafias, la realidad de muchos países como México y como Colombia e incluso Venezuela, imagínate tú si estuviéramos haciendo una novela sobre lo que está pasando hoy: sería una cosa violentísima", confirma Perpetuo.
Padilla, miembro del Movimiento para la Defensa del Patrimonio Familiar, destaca la naturaleza impositiva del llamado. "Es una forma de coacción. Aquí hemos visto películas de todo tipo. Habría que acabar con cualquier tipo de cine en este país; habría que recoger los videojuegos violentos, ¿quién recoge la piratería? ¿Quién tiene el control de eso? Tendrían que acabar con todo elemento audiovisual. Esto es demagogia. A fin de cuentas, el control remoto está en la familia, en los padres que tienen el deber de orientar a sus hijos".
Manrique tiene una posición firme ante la observación de Maduro sobre la violencia en la pantalla chica. "La televisión no es la violenta, los violentos son los que están ahí. Cuando Maduro está en televisión e insulta, en ese momento la televisión venezolana es violenta. Si tú estás viendo un partido de béisbol, la televisión es amable y te divierte. Si tú, por ejemplo, eras de las personas que ponía La hojilla, cuando estaba este señor que renunció, y veías cuando decía groserías y vejaba personas, por supuesto que, en ese momento, la televisión es violenta", sentencia.
Realidad vs. Ficción
El director considera que señalamientos como los del primer mandatario no pueden hacerse sin especificar. "Esa generalidad de decir que series o telenovelas son violentas solo la dice la gente que ignora, que no esta viéndolos, sino que repite algo que un asesor le dijo. 'Di esto', y él fue y lo dijo. Porque si tú ves el capítulo de una novela y hay una escena que puede ser violenta, tú no puedes decir que esa telenovela es violenta porque tendrías que analizarla en su conjunto, ya que es muy probable que hayan escenas de amor, acción, comedia. Un conjunto de estilos hacen una telenovela", recalca.
"Ellos no han sido capaces de bajar la violencia real y como todos los incapaces suelen buscar quién es el chivo expiatorio, quién es el culpable, en lugar de verse así mismos, mirar sus incapacidades gerenciales para acabar con esta cosa terrible que es la inseguridad, buscan chivos expiatorios", sostiene.
Perpetuo coincide con Padilla y Manrique. "Mucha de la violencia que vemos hoy en día también es reflejo del discurso altisonante, incendiario y violento del Gobierno, así que me parece cínico acusar a los demás de algo de lo que ellos son los principales generadores".
"Hay un poco de exageración en este planteamiento, pienso más bien que es una manera de intimidar un poco a la gente, que los medios se autocensuren y utilizar ese argumento como un elemento para presionarlos. Llamarlos a esa reuniones es una forma de atemorizarlos: 'Mira, te acoges al lineamiento que te estoy dictando o si no recuerda que ahorita viene la renovación de la concesión'", analiza Pasarella, productor del programa Vitrina de Televen.
"Tiene que haber programas educativos, con talento en vivo, pero también son pocos canales: Televen y Venevisión, porque RCTV lo cerraron, y TVes, que iba a llenar ese vacío, más bien transmite películas extranjeras y compra productos enlatados. Cerraron un canal donde se hacía producción nacional y abrieron uno que no llena las expectativas", asevera.
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