Muñoz era la sombra de Kirchner y su nombre salió a la luz a raíz de que otra ex secretaria del ex presidente Miriam Quiroga, reveló en un programa de televisión que Muñoz “llevaba los bolsos a Olivos [residencia presidencial] y de ahí a Santa Cruz [provincia natal de Kirchner] en avión o por vía terrestre”.
Pesos “bien contados”. La ex secretaria, quien llegó a ser señalada como amante de Kirchner y quien fue corrida de la Casa Rosada por la presidenta Cristina Fernández en cuanto ésta se quedó viuda, a finales de 2010, declaró el pasado 5 de mayo en el programa “Periodismo Para Todos”, que “vi los bolsos, los vi en manos de Daniel Muñoz, y después un compañero mío me dijo: agarrá, son pesos”.
Entrevistado por el periodista Jorge Lanata, azote del kirchnerismo, Quiroga dice que preguntó: “¿Cuánto hay acá?”, a lo que el compañero respondió que “ni idea, mucha plata”. “Es más —prosiguió— le dije: Pasame alguno para mí”, pero su compañero le respondió que “están contados, muy bien contados”.
Cristina calla. Catorce días después de aquella emisión, un fiscal federal ha decidido imputar a Daniel Muñoz, quien, hasta la fecha no ha efectuado ninguna declaración sobre la grave acusación en su contra. Tampoco lo ha hecho la presidenta argentina.
Los rumores sobre el asombroso crecimiento de la fortuna de los Kirchner desde que se hicieron con el poder nunca se apagaron en Argentina, pero, como recuerda “El País”, el caso dio un giro radical el pasado 14 de abril, cuando Lanata difundió en su programa el testimonio de dos personas que involucraban a Kirchner y a su amigo Lázaro Báez, constructor y máximo adjudicatario de obras públicas en la provincia natal del presidente, Santa Cruz, con el lavado de 55 millones de euros distribuidos en paraísos fiscales. Tras el escándalo, los dos gestores que involucraron a Báez, Leonardo Fariña y Federico Elaskar, se desdijeron de sus acusaciones, pero el fiscal Guillermo Marijuan, decidió tomar cartas en el asunto e imputó a Báez por lavado de dinero.
Con la imputación del constructor Báez y del ex secretario Muñoz, ambos del círculo más cercano del ex presidente, el cerco de la justicia argentina contra la presidenta se estrecha peligrosamente.
Néstor y su hijo blanquearon dinero con la compra de futbolistas
Una nueva denuncia aviva el caso de corrupción que involucra al ex presidente argentino Néstor Kirchner y a su amigo el empresario Lázaro Báez, imputado por presunto lavado de 55 millones de euros.
Según informa El Mundo, el periodista Jorge Lanata, quien hace poco más de un mes reveló en su programa televisivo “Periodismo Para Todos” el presunto delictivo entre los dos hombres, afirmó que el ex presidente fallecido, su hijo Máximo y Báez “compraron jugadores de fútbol para el Racing Club como mecanismo para blanquear dinero”.
Según el informe de Lanata, Kirchner padre e hijo y Báez realizaron “negocios” en 2005 con Miguel Ángel Pires en 2005 para la compra de futbolistas. De esa forma, Kirchner habría inyectado dinero en empresas ligadas a Pires, quien, según denuncia el programa, fue visto “al menos dos veces” en la Quinta Presidencial de Olivos, “donde Daniel Muñoz [ex secretario de Kirchner e imputado por lavado de dinero] le entregó bolsos con dinero para comprar jugadores”.
El representante de futbolistas, de acuerdo al programa de Lanata, titulado “La ruta del dinero K”, asistió también a la inauguración del mausoleo donde descansan los restos de Néstor Kirchner, que fue levantado por orden precisamente del imputado Báez.
La fortuna del matrimonio Kirchner desde que llegaron al poder hace 10 años aumentó más de 1,000%.
Antes de llegar a la presidencia, en 2003, Néstor Kirchner informó que su patrimonio era de 486,000 dólares, y hasta agosto de 2012, se conocía que la fortuna heredada por su viuda era de 17,269,316 dólares.
cronica.com.mx
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