Gobierno se agarra fuerte del ocultmiento de la verdad. Un muestra clara es negar acceso a la información pública. Se han burlado las garantías legales, el acceso a la justicia y la igualdad de oportunidades. A los personajes de la revolución hay que estudiarlos más allá de las palabras, dice el psicólogo Alex Capriles
KEILYN ITRIAGO MARRUFO/TalCualDigital
Hace dos días el presidente de la República, Nicolás Maduro, hizo un llamado de reflexión a que nadie "bajara la guardia ante la mentira", pero lo irónico es que la revolución bolivariana que él ha heredado viene afianzando la ausencia de verdad como herramienta política.
El tema de la mentira en materia política, a juicio del periodista Vladimir Villegas, está asociado a la búsqueda del poder, y lo políticamente correcto está ligado a lo que es verdad o no.
"La gran mentira de este gobierno ha sido el divorcio de lo plasmado en la Carta Magna", aunado a la falsedad de la igualdad de oportunidades, la independencia judicial y la frase "Venezuela es de todos", con el verdadero agregado de "ciertas condiciones aplican".
Villegas aclara que nadie ha ganado unas elecciones diciendo absolutamente toda la verdad, "pues la mentira es una extensión de cómo nos relacionamos como humanos". El problema, dice, es cuando esto se hace una práctica con la que se aborda la dinámica del gobierno.
CONTRALORÍA CERO
Negar información pública es una manera de mentir, según señala el director ejecutivo de Espacio Público, Carlos Correa, quien dice que en el país se ha instalado, respecto a las comunicaciones, la "moda in": indiferencia, indolencia, intransigencia.
Asegura que la veracidad en la práctica comunicativa se asocia al contraste, es decir, información comprobada por los cánones de la práctica periodística. En consecuencia, es necesario que exista la deliberación como herramienta para el control de la gestión pública y para ello se necesitan datos y registros.
Sin embargo, lo que pasa en Venezuela es que cuando se pide información no se da, y cuando ocurre alguna excepción hay duda sobre la veracidad de la misma.
"La honestidad personal se convierte en un factor necesario en la coherencia política. Lo contrario abunda en la identificación de la política como mentira y engaño", agrega Correa.
El psicólogo social Alex Capriles sostiene que reconstruir la confianza es un desafío muy grande. Recuerda que hace 14 años ya Venezuela venía con niveles muy bajos, "80% de los venezolanos desconfiaban de los demás; actualmente los índices deben estar mucho más graves".
Para Capriles la lectura de los complejos inconscientes que están más allá de las palabras, que es justamente el principio del detector de mentiras, puede dar evidencias claras de cuando se está frente a la carencia de la verdad. Las caras de Maduro y Diosdado Cabello, por ejemplo, la noche en que se supo de la grabación de Mario Silva, delataron inquietud y falsedad.
INTERNET REVELADOR
Luis Carlos Díaz, coordinador de Comunicaciones del Centro Gumilla, indica que se han tejido mentiras desde el oficialismo, pero cree que la ventaja de las redes es que elevan la factura de las mentiras, es decir, hacer desde la ciudadanía que le cueste más el poder.
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