Por: VenEconomía
Mientras unos se quedan contemplando el retroceso de sus países, otros vuelan y proyectan a futuro el desarrollo, la prosperidad y el bienestar de los suyos.
Este contraste refleja la realidad de América Latina, donde gobernantes centrados en posiciones ideológicas y en políticas económicas retrógradas y proteccionistas están sumiendo y condenando a sus pueblos en un retroceso histórico, privándolos de entrar en la rueda del desarrollo económico y social.
Mientras que otro bloque toma las riendas de sus responsabilidades y pone sus energías en encender motores para buscar la competitividad y el desarrollo de sus pueblos.
El primer grupo está representando en la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), una iniciativa de Fidel Castro y Hugo Chávez que surge en 2004 en La Habana, con miras a contraponerse al ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas) impulsada por los Estados Unidos.
El ALBA, al que se han anexado además otros seis países (Antigua y Barbuda, Bolivia, Dominica; Ecuador, Nicaragua y San Vicente y Las Granadinas), se ha encerrado en una visión ideológica comunistoide en una supuesta lucha contra la pobreza, la exclusión y el antimperialismo, donde no cabe ningún tipo de visión de progreso. Por el contrario, estos países vociferan revoluciones trasnochadas que condenan a su población al atraso y la miseria.
El segundo grupo está concentrando en la Alianza del Pacífico, un bloque que surge en Perú en 2011 por iniciativa del presidente Alán García, y que busca “profundizar la integración” entre los países miembros y “definir acciones conjuntas” que los vinculen comercialmente con Asia Pacífico sobre la base de acuerdos bilaterales existentes entre los estados partes. Está integrado actualmente por Chile, Colombia, Perú y México, y la próxima adhesión de Costa Rica, Paraguay y Guatemala, todos ellos países cuyos gobernantes entienden que la prosperidad y el bienestar colectivo del futuro están en participar en la economía global y en la conexión comercial y económica con sus pares en todo el mundo.
En la VII Cumbre de la Alianza realizada en Cali hace una semana, este bloque salió fortalecido por la ratificación de un compromiso con el Estado de Derecho y la democracia de sus países miembros y por los importantes acuerdos a los que llegaron en materia de economía, turismo, educación y ambiente. Se lograron acuerdos que van más allá de los tradicionales tratados de libre comercio, con la inclusión de temas tales como el comercio de servicios, las inversiones, las compras gubernamentales y la creación de plataformas para exportar a Asia.
Es lamentable, que Venezuela en vez de estar par a par con los países que tienen mayor potencialidad de desarrollo de la región, se empeñe en poner su rasero al lado de un país como la Cuba de Fidel, con más de 50 años en retroceso y sumido en el atraso y la pobreza.
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