Por: Laureano Márquez/TalCual
Le acaban de conceder el premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica a los físicos Peter Higgs y François Englert, así como la Organización Europea para la Investigación Nuclear, por la formulación teórica y el descubrimiento de la existencia del Bosón de Higgs, conocido también como la partícula de Dios.
El politizado lector se estará preguntando qué carrizo tiene que ver esto con las angustias de la Venezuela de esta semana, que se aproxima al momento crucial de la segunda grabación. Pues sí tiene que ver y mucho: mientras el mundo desarrollado busca nada más y nada menos que a Dios, a la causa primera, a la energía que brinda energía a todas las demás, nosotros en Venezuela, con el precio del petróleo más alto de toda la historia, buscamos pollo, harina y papel tualé. Esto nunca lo entenderán en Ginebra, ni que se lo expliques con whisky.
Cuando uno mira la Venezuela brillante de científicos de primera línea y magníficos investigadores que tienen que realizar un paro para cobrar sus sueldos, en un país a cuyo presidente le hablan los pájaros, le viene a la cabeza de inmediato, una reflexión sobre la patria de Vargas Llosa: ¿Partícula de Dios bendito, cuándo coño fue que se jodió el Perú?
Mientras en Suiza trabajan los científicos con el Colisionador de Hadrones, aquí lo que tenemos es una colisión de ladrones, a los que les ha dado por acelerar el desprestigio mutuo hasta la velocidad de la luz. Según los físicos que trabajan en el proyecto, esta llamada Partícula de Dios es la responsable de "brindar su masa a todas las demás". Quizá esto explica lo que, según Lorenzo Mendoza, le sucede a las empresas productoras de harina de maíz en manos del Estado: puede que necesiten un acelerador de partículas a ver si esa masa sale de una a abastecer el mercado nacional. El trabajo de los galardonados en España permite, según explican, asomarse de manera teórica a ese momento primero del Big Bang ( como decir el 27 de febrero del universo). "Con ese modelo podemos entender el universo actual y podemos retroceder en el tiempo y entender toda la evolución del universo hasta los primeros milisegundos", dijo el coordinador del Centro Nacional de Física de Partículas español, Antonio Pich. Carrizo, hay gente tratando de entender esto y nosotros no podemos entender algo tan simple como por qué no podemos limpiamos el rabo, o por qué la deuda externa ha alcanzado estos niveles tan absurdos en el momento de mayor ingresos de divisas, o por qué mueren todos los días tantos compatriotas en manos del hampa, o por qué nuestros hospitales no funcionan, o, más sencillo, por que no pueden recontarse los votos. Como diría el Príncipe de Asturias: "¡manda huevos!
Cuando leo que " el mecanismo de Higgs es un proceso mediante el cual los bosones vectoriales pueden obtener masa invariante sin romper explícitamente invariancia de gauge", me entra como una depresión en saber que nuestro destino dependa de la gente que depende y me parece ridículamente inútil, nuestro paupérrimo debate político. Quizá un proyecto científico, un modelo de acelerador de incapaces podría ser puesto en práctica en Ginebra para entender cómo en Venezuela los peores se las han ingeniado para llegar a la cúspide.
Anima saber que en Venezuela hay gente que entiende hacia donde va este universo complejo que comenzó en el Big Bang, anima también la certeza de que en nuestra patria contamos con la energía de la inteligencia suficiente para reponernos, una vez que termine este aceleramiento de partículas destructivas y volar alto y lejos a la velocidad de la luz. Mientras tanto, sigamos en la lucha. A los científicos galardonados les tomó más de cincuenta años, así que a la Partícula de Dios rogando y con el mazo dando.
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