viernes, 31 de mayo de 2013

Consumidores no encuentran alimentos a precio controlado

ANGIE CONTRERAS C. |  EL UNIVERSAL
El Gobierno nacional ha sido enfático al señalar que los precios de los alimentos y bienes básicos permanecerán regulados. Sin embargo, la realidad desborda la política del control de precios.


Recientemente el Ejecutivo autorizó ajustes de 20% en el precio de la carne de res y del pollo, en todas sus presentaciones, pero los precios que pagan los venezolanos por esos alimentos superan los valores fijados en Gaceta Oficial.

En un recorrido realizado por El Universal se evidenció que el precio promedio del kilo de pollo entero en los mercados municipales es de Bs 35,33 y está regulado en Bs 18,73, lo que significa que los consumidores están obligados a pagar un sobreprecio de 88,62% sobre el valor oficial para poder tener el producto.

En las cadenas de supermercados el abastecimiento de pollo es intermitente, pero aquellos que lo tienen lo venden al precio regulado.

El precio oficial del kilo de carne de primera fue fijado en Bs 27,29 pero en los mercados se vende, en promedio, en Bs 78 el kilogramo. Esto quiere decir que el sobreprecio es de 185,81%.

Los precios de los lácteos también fueron ajustados hace dos semanas, pero no se cumplen. El sobre de leche en polvo completa, que fue fijado en Bs 36,44 en realidad al consumidor le cuesta Bs 60.

Ante la escasez que evidencia el producto, en los anaqueles hay presentaciones con aditivos que cuestan hasta Bs 78.

El queso blanco duro es otro ejemplo del desacato al control de precios. En promedio un kilo cuesta 150 bolívares y el precio oficial fue fijado en Bs 38,35. La brecha es 291%.

La ausencia del producto controlado castiga al bolsillo del consumidor. En el mercado no se evidenció pasta en la presentación regulada que oficialmente cuesta Bs 4,33. No obstante, sí hay pasta premium que cuesta Bs 26 el kilogramo.

Aceite comestible en las presentaciones vegetal, de maíz y de girasol no se consigue. El litro de aceite de soya cuesta en promedio Bs 30, tanto en mercados libres como en supermercados.

Por un kilo de harina de maíz precocida que está regulada en Bs 5,93 los consumidores llegan a pagar hasta Bs 20.

La desproporción entre los precios controlados y el mercado se debe, entre otros factores, a la escasez que registran estos productos actualmente.

Sin embargo, en el recorrido realizado ayer por este diario se evidenció que los comercios estaban mejor abastecidos que en semanas anteriores. En algunos de los establecimientos visitados había pollo, carne de res, harina, azúcar y margarina, productos que han estado faltando.

Por otra parte, en las cadenas de distribución del Gobierno ya están disponibles los productos que fueron importados desde Argentina y Brasil para atender la contingencia en el abastecimiento.

En los Abastos Bicentenario la carne de res congelada que estaba disponible era marca Friboi con sello de inspección del Ministerio de Agricultura de Brasil e importada por la Corporación CASA. Era corte "paleta" clasificada como carne de segunda aunque el precio es de la de primera.

Asimismo, el pollo era marca San Sebastián importado desde Argentina. El aceite de soya disponible también proviene de la nación sureña, se trata de la marca Siglo de Oro.

El Gobierno tiene previsto importar desde esos países y Uruguay 700 mil toneladas de alimentos para la reserva agraolimentaria.

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