Por: VenEconomía
En aras de construir el “hombre nuevo” que requiere la “revolución” castrocomunista, al sistema educativo de Venezuela se le ha asestado un terrible daño.
Para empezar, la educación universitaria ha sufrido numerosos y disímiles embates, todos ellos destinados a hacer de la instrucción superior un instrumento de adoctrinamiento del fracasado comunismo:
1) Se cercaron las universidades autónomas, restringiéndoles las partidas presupuestarias, lo que ha restado recursos para la dotación de equipos, el mantenimiento de la infraestructura y los programas de investigación, entre otros. 2) Los salarios de los profesores están fuertemente rezagados. Por ejemplo, un profesor con 10 años de trayectoria devenga Bs.2.060 al mes, Bs.400 por debajo del salario mínimo actual. Para igualar el salario actual del docente al que recibía en el 2000, habría que aumentarlo en 192%. 3) Se han creado “universidades” que, lejos de formar profesionales competentes, son en realidad un semillero de un gran fraude para las ilusiones de miles de jóvenes a quienes no se les están dando los conocimientos necesarios para ejercer la profesión que seleccionaron y terminan siendo un gran contingente de venezolanos que difícilmente pueden competir en el mercado laboral. 4) Con frecuencia los recintos universitarios han venido siendo agredidos por los grupos violentos que se dicen afectos del oficialismo.
Si de la educación secundaria, de la instrucción media y de la primaria se trata, la situación es aún más grave, debido a que:
1) Todo plantel público y privado está normado por las leyes que imponen un currículo bolivariano vacío de contenido en las áreas de formación profesional y humana, y con una alta dosis de ideologización.
2) Persiste una falta de previsión al elaborar el calendario escolar. Lejos queda en el recuerdo el año cuando los centros educativos pudieron cumplir con la norma de 200 días de clases. En este período 2012-2013, por ejemplo, se registra una importante pérdida de días de clases, debido a los decretos del Ministerio de Educación por las elecciones presidenciales de octubre y abril, las regionales de diciembre y por la muerte del primer mandatario.
Los perjuicios de esta falta de planificación los pagan los niños y adolescentes quienes ven mermada la calidad de su educación y el alcance de los conocimientos que se les debió impartir.
3) Más grave aún, se obliga al uso de material y libros de estudio de precario contenido y repletos de tergiversaciones históricas, similares al discurso de Chávez-Maduro.
Una de esas tergiversaciones históricas es la inclusión de la firma de Hugo Chávez en una copia digitalizada del Acta de Independencia que se encuentra en la Casa de las Primeras Letras Simón Rodríguez en Caracas, como un homenaje a Chávez “como prócer de la patria”.
Este conglomerado de insensateces de la tríada revolucionaria Castro-Chávez-Maduro se orienta a formar al "hombre nuevo”, al cual se le arrebata el poder de discernimiento, para que acepte los preceptos de los gobernantes sin chistar. Por eso también se empeñan en silenciar a los medios de comunicación: Como dijo Simón Bolívar “un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción”.
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