JUAN CARLOS CHAVEZ/JCCHAVEZ@ELNUEVOHERALD.COM
La bloguera y periodista independiente Yoani Sánchez llegó en la noche del jueves a La Habana concluyendo así una de las giras internacionales más importantes que haya realizado un opositor cubano por Europa y Estados Unidos para retornar luego a la isla.
“Estoy aquí con muchos proyectos, muy exhausta también por todo el itinerario que ha sido extenso”, dijo Sánchez a su retorno. “El futuro se abre hacia adelante, y necesito descansar para proyectarlo”.
Sánchez, de 37 años, llegó aproximadamente a las 7 p.m. al aeropuerto internacional José Martí desde Madrid, la última escala de un maratónico periplo de 103 días. La gira incluyó estancias cortas y otras más prolongadas en al menos una docena de países.
“Ha sido un viaje maravilloso de verdad, un viaje que me va a cambiar la vida en muchos sentidos, porque ha sido humano, periodístico, cívico, tecnológico”, agregó Sánchez.
En Madrid la fundadora del blog Generación Y recibió el prestigioso Premio Ortega y Gasset de Periodismo Digital 2008. El galardón le había sido otorgado en ausencia debido a la negativa de las autoridades cubanas de permitirle una salida “temporal” para recibirlo.
Sánchez trajo consigo a La Habana el mismo y sencillo equipaje de mano con el que partió el 17 de febrero hacia Brasil, su primer destino internacional. En el terminal aéreo fue recibida por su marido, el periodista y escritor, Reynaldo Escobar, y una decena de disidentes y activistas pacíficos. También la esperó un numeroso grupo de corresponsales extranjeros en la isla.
La bloguera pasó en menos de 30 minutos el control de aduanas. No tuvo los inconvenientes que hace unos días le tocó al joven disidente Eliécer Avila a su retorno de Suecia.
Avila fue sometido a un minucioso chequeo de cuatro horas. Al final le confiscaron más de una docena de revistas y libros que llevaba consigo.
A escala internacional, el impacto de la gira de Sánchez ha sido un éxito, según expertos familiarizados con el tema cubano, tal como ocurrió en su momento con la visita en el 2003 a Europa y Estados Unidos del fallecido Oswaldo Payá Sardiñas, fundador del Movimiento Cristiano Liberación (MCL), y el opositor Héctor Palacios, en el 2008.
Sánchez dio discursos ante parlamentarios europeos y latinoamericanos e intercambió ideas con figuras de la vida política y artística de actualidad, como el activista polaco Lech Walesa y el popular músico cubanoestadounidense Emilio Estefan.
En Miami protagonizó una de las visitas más esperadas y emotivas de su extenso calendario.
Visitó la Ermita de la Caridad, en Coconut Grove, uno de los sitios icónicos del exilio cubano, al tiempo que sostuvo encuentros formales con la prensa escrita del sur de la Florida, incluyendo una charla con la junta editorial de The Miami Herald y El Nuevo Herald.
En otro momento participó en un debate auspiciado por el Miami Dade College (MDC) con estudiantes y líderes comunitarios en la Torre de la Libertad. En la cita recibió la Medalla Presidencial del MDC por su consistente labor y compromiso por los derechos humanos. Posteriormente fue invitada a la Universidad Internacional de la Florida (FIU) y homenajeada con la prestigiosa Medalla al Valor.
La presencia de Sánchez en la Torre de la Libertad tuvo una cuota extraordinaria de importancia. La Torre, lugar emblemático del exilio, fue construida en 1924 para albergar las oficinas del periódico The Miami Daily News.
Años más tarde, el lugar se constituyó en un centro de procesamiento migratorio y ayuda para cerca de medio millón de refugiados cubanos.
Inicialmente Sánchez hizo su primera escala en Estados Unidos a mediados de febrero en Nueva York y Washington D.C. En la capital estadounidense se reunió en la Casa Blanca con el asesor presidencial para temas del Hemisferio Occidental, Ricardo Zúñiga.
También sostuvo importantes encuentros con representantes federales, como los senadores cubanoamericanos Marco Rubio y Bob Menéndez.
La primera aparición pública de Sánchez no fue pasiva.
Fiel a su estilo alertó sobre el recrudecimiento de la represión de La Habana, especialmente contra los “activistas digitales”, blogueros y tuiteros.
En la isla -sometida a un estricto control gubernamental en todos los ámbitos de la información y las libertades, el activismo político independiente y la defensa de los derechos humanos- el impacto de la gira de Sánchez está aún por medirse.
Mientras, Sánchez dijo que irá dando forma a su propio periódico digital, uno de sus más ansiados proyectos.
“Termina mi largo viaje pero comienza también una nueva etapa en mi vida”, comentó Sánchez. “Gracias a todos por acompañarme en este hermoso itinerario. Gracias a quienes fueron a dialogar y a quienes fueron a gritar”.
El Nuevo Herald/NDO
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