Q.E.P.D., Globovisión

Como periodista rechazo la censura y más la autocensura
ANDRÉS F. SCHMUCKE G. |  EL UNIVERSAL
Siempre es difícil ver morir a un medio de comunicación social. Fue sumamente traumático, en su momento, ver cómo la pantalla de Radio Caracas Televisión se iba a negro (yo estuve dentro de RCTV en su último día de señal abierta), y así mismo es igual de difícil ver cómo Globovisión poco a poco baja su santamaría.


Esto me afecta particularmente porque yo trabajé en ese canal casi cinco años y allí adentro aún queda mucha gente a la que respeto y a la cual le tengo un inmenso cariño. Me preocupo por esos panas y espero que no se queden sin trabajo.

En Globovisión aprendí muchísimo de lo bueno y de lo malo del periodismo televisivo en Venezuela. La razón de mi renuncia fue porque sentí un techo a mi crecimiento profesional y preferí irme antes que estancarme, pero me fui de la mejor manera, por la puerta grande. Así es como creo que uno se debe ir de un trabajo, sea cual sea.

Mis críticas al canal y a su programación siempre fueron muy personales, y desde un punto de vista de lo que yo creo que debe ser el periodismo y una mejor televisión en Venezuela. Sí me parecía que algunos programas de la planta habían disminuido su nivel de calidad, pero yo podía decidir simplemente cambiar el canal y listo.

Rechazo el ataque a los periodistas que allí trabajan, a muchos los conozco personalmente y doy fe de su profesionalismo y ética. Entiendo porqué se fueron los que se fueron y entiendo porqué se quedan los que se quedan. Como periodista rechazo la censura y más la autocensura. Sé que los panas que quedan dentro de Globovisión seguirán dando su lucha y los panas que se fueron darán la lucha desde otra trinchera. En definitiva, como dijo Rodolfo Walsh: "El periodismo es libre o es una farsa".