Cada vez son más los seguidores chavistas que expresan su descontento con las últimas gestiones de Nicolás Maduro, las cuales no solo han generado polémica en las bases sino han sido causantes de divisiones internas.
El mandatario anunció que se llevaría a cabo una “Revolución dentro de la Revolución”. En respuesta, los miembros más radicales de la tolda roja se reunieron este sábado en la primera asamblea del Movimiento de Unidad Chavista (Lucha), con el objetivo de "generar la unidad de todos los sectores revolucionarios a partir de un gran Congreso Popular para definir las estrategias políticas, económicas y sociales de los próximos 10 años"
En la asamblea intervinieron colectivos del área metropolitana como ForoCandanga, Movimiento Sucre-Mercal, y otras seis corrientes oficialistas y manifestaron que “de mantenerse la serie de debilidades (fallas en la planificación y gestión revolucionaria y el modelo de dirección de la revolución sigue con serios matices burgueses) y no se avance hacia una nueva cultura política es difícil la supervivencia de la revolución bolivariana; la única opción que tiene el movimiento chavista es radicalizarse en la concreción de los objetivos socialistas, profundización y masificación de la organización popular para el logro de esos objetivos y en paralelo para la defensa de lo alcanzado”.
Los integrantes del movimiento Lucha han decidido hacerle frente a la reforma que busca impulsar el mandatario pues temen que el gobierno de Nicolás Maduro tome un giro hacia el capitalismo pues ven en el gobierno una carencia de nueva cultura política revolucionaria.
El grupo concluyó la reunión con un manifiesto de 10 propuestas entre las que se cuenta la radicalización de los objetivos socialistas. De igual manera anunciaron que la unión pudiera aumentar en los próximos días, pues buscan conversar con el Bloque Popular Revolucionario y el Consejo Popular Revolucionario, quienes señalaron percibir dentro del mandato de Maduro "un largo proceso de saqueo de recursos por parte de oligarcas, banqueros y agentes de gobierno".
Por su parte, sectores como el PCV, PPT y Marea Socialista, manifiestan su preocupación por el hecho de que Miraflores no haya informado sobre los 59 acuerdos que alcanzó con los empresarios.
Ante esta situación el politólogo Heiber Barreto indicó que no considera factible un giro hacia la derecha capitalista y asentó que lo que sí habrá son “medidas aisladas”, como el alza de la gasolina, que afecta directamente el poder adquisitivo de los venezolanos. En su opinión “el problema no es ideológico, sino de justicia. A los empresarios se les indexa por las ganancias y al pueblo se le obliga a pagar la crisis. Son medidas contrarias al proyecto de Chávez y la propia Constitución, que establece que el salario mínimo no puede estar por debajo de la canasta alimentaria”, explicó a El Nacional.
Cort. TalCualDigital
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