viernes, 8 de agosto de 2014

Venta de Citgo comprometería acceso al mercado de EEUU


ANTONIO MARIA DELGADO/ADELGADO@ELNUEVOHERALD.COM
Presionado por el colapso de las finanzas públicas, el régimen de Nicolás Maduro explora la posibilidad de vender a Citgo, operación que podría brindarle entre $10,000 millones y $15,000 millones pero que pondría en riesgo el futuro acceso de Venezuela al mercado estadounidense.


El régimen chavista ya ha recibido varias ofertas de compra a través de Goldman Sachs, JP Morgan y Deutsche Bank, bancos que están actuando como intermediarios en la operación, según funcionarios del Ministerio de Energía y Minas en declaraciones reportadas por la agencia de noticias Argus.

“Los bancos están actuando como intermediarios para los potenciales compradores, que incluyen compañías de petróleo”, reportó la agencia británica, especializada en información sobre los mercados de materias primas.

“Las ofertas en están en el rango de los $10,000 millones a los $15,000 millones por los activos de Citgo, que incluyen tres refinerías estadounidenses con capacidad de procesar 757,000 barriles diarios, 48 instalaciones de almacenamiento de productos, tres oleoductos pertenecientes completamente a Citgo y participaciones en otros tres oleoductos”, agregó Argus, citando a los funcionarios del ministerio.

La empresa con sede en Houston también opera la sexta mayor cadena de estaciones de servicio, con cerca de 5,900 establecimientos a lo largo de Estados Unidos. Citgo registró ventas de $42,300 millones el año pasado y obtuvo ganancias operativas de $1,800 millones.

La filial de PDVSA juega un papel central en la colocación dentro de Estados Unidos del crudo venezolano, ya que sus refinerías están entre las pocas dentro del territorio norteamericano que pueden procesar el petróleo pesado que suministra el país sudamericano.

Analistas advierten que de ser transferida a un nuevo dueño, la empresa de Houston podría, a la vuelta de algunos años, optar por procesar crudo mexicano o canadiense, ante los problemas de confiabilidad que actualmente presenta el suministro venezolano.

Los planes de vender a la empresa filial de Petróleos de Venezuela (PDVSA), que llevan días circulando entre algunos medios especializados, fue confirmada por el ministro de Energía y Minas y Zar económico, Rafael Ramírez en un acto reciente.

“El valor [de los activos] es mucho más alto”, contestó Ramírez en un reciente evento al ser consultado sobre el informe de Argus, antes de admitir que el país ha recibido varias ofertas, sin dar más detalles.

“No somos una compañía de refinería, somos una compañía productora de petróleo”, expresó Ramírez.

Acosado por una asfixiante crisis de liquidez, el régimen de Maduro ha estado optando por incrementar aceleradamente el ya sobredimensionado endeudamiento de la estatal PDVSA para conseguir recursos que le permitan contener la aguda escasez de productos.

Pero el endeudamiento solo brinda un corto período de alivio a cambio de incrementar el futuro costo de los correctivos que se requieren aplicar para corregir los graves problemas estructurales que afligen a la economía venezolana.

El que ahora se proceda a vender Citgo, es un reflejo de la gravedad en que se encuentran, no solo las finanzas del país, sino también el acumulado deterioro de la producción de petróleo, comentó el ex gerente de PDVSA, Horacio Medina.

De hecho, la caída en la producción venezolana es una de la razones por las que la están vendiendo, dijo Medina desde Miami.

“PDVSA no puede llenar con su propia producción todo lo que requiere Citgo, y tiene que comprar crudo [para alimentar a las refinerías en Estados Unidos]”, comentó Medina. “Con la venta de Citgo, el régimen va a obtener algún dinero, pero Venezuela no lograrárecuperar todo el valor estratégico que representan esas refinerías”.

Venezuela también se sacaría de encima la necesidad de salir al mercado a comprar el petróleo que necesita la empresa estadounidense, y por ese lado la venta tendría sentido.

“Pero en el proceso se le está haciendo un terrible daño a la nación, porque la venta de Citgo va a conducir irremediablemente a la pérdida de acceso al mercado estadounidense”, agregó Medina.

Antonio De La Cruz, director ejecutivo de Inter American Trends, dijo que la operación también podría estar siendo motivada por el temor del régimen de un resultado adverso en los litigios que Venezuela enfrenta ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (CIADI) por las expropiaciones aplicadas años atrás por el chavismo de instalaciones pertenecientes a petroleras transnacionales.

El CIADI actualmente ventila al menos 23 casos contra la nación sudamericana, algunos de ellos involucrando miles de millones de dólares en activos confiscados por el chavismo.

Cualquier pronunciamiento adverso contra Venezuela, podría conducir al embargo de los activos del país en Estados Unidos, incluyendo las propiedades de Citgo, comentó De La Cruz.

Los analistas llevan tiempo advirtiendo que el valor de las refinerías de Citgo es estratégico y no económico, ya que constituyen el punto de entrada del petróleo venezolano.

La adquisición de la empresa a finales de los años ochenta, buscaba precisamente ese propósito, y formaba parte de un “envidiable” proceso de “integración vertical” dentro del mercado estadounidense, que le daba control sobre el proceso, desde que el crudo era extraído del subsuelo venezolano hasta que sus productos eran vertidos en los tanques de gasolina de los automovilistas estadounidenses.

Para consolidar esa integración, PDVSA tuvo que realizar cuantiosas inversiones para condicionar las refinerías a fin de que pudieran procesar el poco apetecido crudo pesado venezolano, que era de difícil colocación en una red mundial de refinerías principalmente diseñadas para procesar crudo liviano.

El Nuevo Herald

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