jueves, 4 de septiembre de 2014

¡Esto sí es un sacudón!/VenEconomía jueves 04sep14

Por: VenEconomía
Este martes, entre los “sacudones” anunciados Nicolás Maduro estuvo el nombramiento de Nancy Pérez como Ministro para la Salud, en sustitución de Francisco Armada, para concretar así el decimotercer cambio de ministro en esta área desde el arribo de los “bolivarianos” al poder (es decir casi un ministro por año de “revolución”) y el cuarto en el año y medio de gobierno de Maduro.


Sin embargo, hoy no existe venezolano alguno que apueste un céntimo por el sistema de salud público, el cual está en la carraplana, a pesar de este incesante movimiento en el despacho de salud, o precisamente sea tanta inestabilidad una de las causas de la crisis del sector.

Sin ánimo de exagerar, se puede afirmar que ha sido casi criminal el manejo de la política de salud pública.

La desatención en la medicina preventiva, programas de vacunación, fumigación y educación ha llevado al resurgimiento de enfermedades infectocontagiosas que estaban desaparecidas y la aparición de otras desconocidas en el país.

Entre las primeras está la malaria, que en lo que va de 2014 se han registrado unos 45.000 casos, según denuncias del exministro de Salud, José Félix Oletta, quien destaca que este año se podría llegar a superar los 75 mil casos reportados en 2013.

En cuanto a las enfermedades nuevas, se tiene el Chikungunya, el cual ha afectado a unas 243 personas, según reportes oficiales, en los estados Aragua, Distrito Capital, Miranda, Carabobo, Vargas, Guárico, Mérida y Lara, ya cobró esta semana su primera víctima fatal.

La falta de inversión y mantenimiento en la red pública de salud ha llevado a niveles infrahumanos la atención en hospitales, ambulatorios y los módulos de Barrio Adentro, agravado ahora por la precaria capacitación del grueso de médicos cubanos y los médicos alternativos graduados en tres años de instituciones “universitarias” creadas por este gobierno.

Por su parte, la red privada de atención a la salud, viene colapsando por la alta afluencia de pacientes que migran de la red pública, así como por el cerco legal y económico del Ejecutivo Nacional. Hoy las clínicas y centros médicos privados están trabajando con las uñas, sin insumos, medicamentos, instrumental y equipos básicos derivado de una deuda acumulada de más de $1,0 millardos de Cadivi/Cencoex con los importadores.

Similar situación afecta al sector farmacéutico donde, según la Federación Farmacéutica, se calcula que la escasez de medicamentos genéricos llega a 60%.

Es tan dantesca la situación que un informe de la Avedem a la Asamblea Nacional de mayo refirió que “más de 900 amputaciones de miembros inferiores se realizan en los hospitales en Venezuela” por falta de “stents periféricos” (que permiten la apertura de los vasos sanguíneos para restaurar el flujo sanguíneo); y que se dejaron de colocar 750 marcapasos, “afectando el mismo número de pacientes”.

Igual de inverosímil es que 15 de los 26 productos más usados contra el cáncer no se consiguen en las Farmacias de Alto Costo del Instituto Venezolano de Los Seguros Sociales (IVSS) desde hace casi un año, lo que supone una falla de 55,5% de las drogas antineoplásicas, según la Sociedad Venezolana de Salud Pública y la Red Defendamos la Epidemiología Nacional.

Ahora se anuncia que han sido suspendidas las cirugías selectivas en siete clínicas de Caracas para poder atender las emergencias y casos más urgentes, debido a la falta de insumos médicos.

Lo peor es que el panorama seguirá oscureciéndose ya que Avedem afirma que “”mientras no haya una liquidación programada, sistemática, no tendremos una solución”. Y en vez de ponerle cascabel al gato, el Ejecutivo sigue retrasando las adjudicaciones de divisas, llevando a que las importaciones del sector salud desciendan 80%.

Ante este panorama la Academia Nacional de Medicina, la Asociación Venezolana de Clínicas y Hospitales y las sociedades científicas médicas han pedido que se declare la emergencia sanitaria y humanitaria a nivel nacional.

Algunos analistas se atreven de hablar de miles de muertes innecesarias atribuibles a la negligencia del gobierno en materia de salud.

Lo que no tiene explicación es que siendo esto una crónica de miles de muertos anunciada desde ya hace más de un año ¿por qué el Ejecutivo Nacional no tomó –y sigue sin tomar– medidas para proteger la vida y salud de millones de venezolanos?

Las dos únicas explicaciones son las de (a) total incapacidad administrativa o (b) una presidencia que no se ocupa de lo que es importante. O, ¿es que hubo alguna intencionalidad macabra en todo esto, similar a la de mantener pobres a los pobres para alimentar de seguidores a la “revolución”?

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