miércoles, 13 de junio de 2012

A Betmat Díaz la hostigan por no seguir a Chávez

Betmar Díaz, dirigente comunitaria del estado Falcón, recibió su casa y ahora la hostigan por no seguir a Chávez. Se desencantó de la revolución cuando le tocó ser damnificada. Funcionarios policiales la persiguen por hacer reuniones en su casa con dirigentes de la Unidad. Ha puesto al descubierto situaciones irregulares en los nuevos urbanismos entregados por el Gobierno

KEILYN ITRIAGO MARRUFO/TalC ualDigital
En hostigamiento político mantienen desde el sábado pasado a Betmar Díaz, dirigente comunitaria del estado Falcón, quien se hiciera crítica del proceso revolucionario por su decepción frente a las condiciones degradantes en las que vivió durante 14 meses como damnificada. Ahora las reuniones que mantiene en su casa con dirigentes de la oposición son catalogadas por funcionarios policiales como "fiestas políticas" indebidas.

Cuenta que el 10 de junio recibió una citación y al siguiente día fue buscada por una comisión policial y obligada a dar unas declaraciones en la dirección de inteligencia policial de la comandancia del estado.

Allí fue interrogada por el propio director Isidro Loy Ferrer y por un funcionario del DIM, quienes le recriminaron que estuviese haciendo este tipo de encuentros en la vivienda que le entregaron en diciembre de 2011 y que se hizo con los recursos del plan Misión Vivienda Venezuela. Además, los efectivos la amenazaron con quitarle la casa "porque esa se la había regalado Chávez y no debía ser tan malagradecida".

Según denuncia, las preguntas giraron en torno a su militancia política y le hicieron énfasis en quiénes y a qué horas la visitaban. Asegura que le dijeron que su expediente sería pasado al Ministerio Público con copia a la gobernadora de la región, Stella Lugo de Montilla.

Meses atrás, durante un programa radial, ella y la mandataria local habían tenido algunas diferencias de opinión. Mientras que Lugo de Montilla insistía en la bondad de Chávez en entregar viviendas a los falconianos, la líder comunitaria respondió que era un derecho constitucional que tenía como venezolana. Desde entonces parece haberse sembrado una enemistad.

El pasado lunes las autoridades policiales seguían insistiendo, puesto que una comisión policial nuevamente fue a su casa para intentar entrar sin ninguna orden de allanamiento. Preguntaron otra vez sobre las visitas y reuniones que allí se efectúan.

"Los beneficiaros de las misiones parecieran ser presos políticos en tanto que no pueden oponerse al régimen porque sencillamente pierden sus beneficios", señala Eddy Timaure, secretario general de Bandera Roja en Falcón, quien manifiesta que el caso reviste cierta gravedad porque pone en escena el control político policial sobre estas personas.

Díaz ha visitado otras comunidades del estado contactando a personas que recibieron viviendas en el marco de este programa y que viven en condiciones bastantes deplorables. En Boca de Aroa, por ejemplo, hay 60 casas habitadas que no tienen servicio de aguas blancas, red cloacal, aceras y asfaltado.

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