Llegó la devaluación y con ella la corredera por "ganarle" comprando cosas a precio viejo. Algo muy relativo en un país cuya economía está extraoficialmente dolarizada, a cambio paralelo. Pero de ilusiones también se vive.
Como la ilusión de tener Presidente en una Venezuela donde la escasez va desde la harina y la mantequilla, hasta el Presidente y el papel tualé. Los vecinos de Colombia lo ven, lo saben, lo ríen. En la revista Semana (Nº 1605 del 4 al 11 de febrero) apareció esta caricatura haciendo mofa del asunto, cuya naturaleza no deja de ser triste.
Mientras tanto, nuestros vecinos cruzan la frontera para aprovechar su moneda fuerte comparada con nuestro enclenque bolívar "fuerte". Y aquí seguimos. Sin dólares, sin Sitme, sin una paridad con el dólar real, sin nada que exportar, sin alimentos hechos en Venezuela, sin papel tualé y sin Presidente.
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