jueves, 6 de marzo de 2014

Balance de la situación/Rocío San Miguel jueves 06mar14

El modelo cubano de dominio hegemónico de la sociedad se encuentra en pleno desarrollo en Venezuela. A este sistema, por su naturaleza totalitaria, esta visto no se le arranca nada, a menos se aplique una combinación de movilización social y de presión política sobre los responsables de los poderes públicos controlados totalmente por el gobierno

ROCÍO SAN MIGUEL/TalCualDigital
El modelo cubano de dominio hegemónico de la sociedad se encuentra en pleno desarrollo en Venezuela. Se está instalando en el Estado y ya sin tapujo alguno, una estructura militar que liquida el espacio político por completo.

La regimentación militar de la vida social está en el ADN del totalitarismo sea este de izquierda o de derecha y esto debe recordársele al mundo, especialmente a los miembros del UNASUR que vivieron el aplastamiento de una sociedad en carne viva, y cuyos jefes de gobierno salvo honrosas excepciones, parecen olvidar por un pragmatismo monetarista voraz hacia los dividendos que aportan las alianzas incondicionales a Venezuela.

El apoyo internacional que se ha logrado en repudio a las graves violaciones a los derechos humanos perpetradas por el gobierno de Nicolás Maduro, es un soporte de carácter estratégico a los demócratas venezolanos y a estas alturas, toda la discusión bizantina sobre la oportunidad y los argumentos "antilopecistas" de lo correcto o no de ir a la calle son extemporáneos. Al andar se hace camino...

A este sistema, por su naturaleza totalitaria, esta visto no se le arranca nada, a menos se aplique una combinación de movilización social y de presión política sobre los responsables de los poderes públicos controlados totalmente por el gobierno.

Por ahora el gobierno ha convocado una mesa de dialogo, cuya responsabilidad de cómo vaya y cómo termine es solamente de ellos. Eso es un logro para la oposición, como lo es haber colocado en la agenda internacional, la situación de Venezuela, haciendo saltar el silencio vergonzoso de los muchos gobiernos "democráticos’ y quebrando la hegemonía de los "revolucionarios" pro chavistas del continente en la agenda internacional. Con este paso se ha instalado en el imaginario heroico, el símbolo de un pueblo democrático que ha perdido el miedo, en donde hay dolor y hay pérdidas, pero también un nivel altísimo de lucha.

Dos contrastes están a la vista: la movilización de la gente en la calle ha conseguido una respuesta brutal de la Guardia Nacional, acelerando el desprestigio de la Fuerza Armada Nacional en su conjunto.

Sin embargo esta misma movilización es la que ha logrado el espacio de libertad que han hecho posible los discursos del Presidente de Fedecamaras y de Empresas Polar y sobre todo su contenido demoledor. Sobre esto debe reflexionarse...

Sin embargo sigue allí, más vigente que nunca, la necesidad de consensuar un destino común y un proyecto de felicidad válido para todos los sectores de la sociedad. Esto es urgente para Venezuela. Inapelable y legítimo, de lo contrario la violencia estructural en ciernes nos devorara a todos.

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