viernes, 1 de agosto de 2014

El país de la escasez

La compra de alimentos es una cacería. Casi 5 salarios mínimos cuesta adquirir la canasta básica, según Cendas. Sin tomar en cuenta educación y salud, mantener una familia de 5 personas podría costar Bs. 20.560 cada mes. La inflación de 2014 en el sector de alimentos ha fluctuado en el último lustro

DAMARINS DÍAZ/TalCualDigital
En el país se vive diariamente la sobrevivencia del más apto, todos están en la búsqueda del producto que escasea y de la mejor oferta. Los venezolanos han desarrollado gran habilidad para ver a distancia el contenido de una bolsa de compras de quien se le cruce por la calle, en medio de anaqueles vacíos y una inflación que en el último informe oficial divulgado por el Banco Central de Venezuela (BCV) ­de mayo pasado­ alcanzó 5,7%, cifra que en países vecinos se registra anualmente.

Los trabajadores venezolanos dedican 38% de sus ingresos reales a la compra de alimentos, de acuerdo a los datos del Centro de Documentación y Análisis Social (Cendas), adscrito a la Federación Venezolana de Maestros. Un gasto que cada día asciende más, puesto que en el sector alimentos, este primer semestre del año la inflación se registró en 80,5%.

El alza en los precios de alimentos en lo que va de 2014 está muy por encima de años anteriores, incluso había descendido: para 2009 la inflación incrementó el costo de los alimentos 36,3%; en 2010 bajó a 21,7%; en 2011 sube a 32,9%; para el 2012 se registró en 31,3%; y en 2013 arrojó un 30,5%.

El año que corre, sin embargo, podría superar su propio porcentaje antes de que cierre diciembre. Los precios y los bajos salarios en la actualidad impiden que el venezolano tenga poder adquisitivo, esto como consecuencia de la alta inflación que se registra mensualmente en el país. Esta situación también afecta ­explica la especialista del comportamiento psicológico del consumidor del IESA, Sylvana Dadduk­ a la fidelidad de marca y dificulta los análisis de mercado.

SAL EN EL AGUA 
Óscar Meza, director del Cendas, considera que el 40% de alza decretado para el salario mínimo en mayo no significa una mejora en el poder adquisitivo para el venezolano, cuando la inflación mensual supera 5%. Advierte que para el mes de junio se calcula extraoficialmente que este índice se ubicará en 5,5%. Lo compara con España, donde explica que lo máximo que consideran debe aumentar por mes es 1%.

Para inicio de los años 70 la inflación en Venezuela no superaba el 1,5% anual, posteriormente a esta fecha, este porcentaje ha tenido altibajos. Meza estima que durante el segundo semestre de 2014 e inicios de 2015 se podría superar el más alto porcentaje de inflación, que data de 1996, cuando se ubicó alrededor de 100%.

A la situación de escasez e inflación, los venezolanos también se ven afectados por la falta de empleo, la deficiencia de insumos en los hospitales, el racionamiento eléctrico y la dificultad de adquirir gas, para quienes no gozan del servicio directo. Esto también forma parte de la cotidianidad de los habitantes del país.

Los cálculos del Cendas registran que actualmente para un núcleo familiar de cinco integrantes ­padres y tres hijos­ la canasta básica tendría un costo de Bs. 20.560,85 (casi 5 salarios mínimos). En ese monto el Centro de Estudios incluye los gastos por contrato de alquiler, el pago de servicios de agua, luz, teléfono y condominio.

Sin embargo, contempla que los hijos se formen en colegios estatales, y no suma lo invertido para la adquisición de útiles escolares, calzado y uniformes. Además, en el área de salud solo se tomó en consideración la compra de jarabes para la tos, pastillas para el dolor de cabeza y dolores estomacales.

El Banco Central de Venezuela maneja como porcentaje de inflación semestral un 62,1%; mientras que el Cendas indica que es de 77,4%. Asimismo, el centro que coordina Meza destaca que la pobreza en el país en este 2014 se encuentra alrededor de 48,5%: un grupo que no logra completar todo el primer escalafón de la pirámide de las necesidades humanas, que incluye ­tal como la tesis del psicólogo estadounidense Abraham Maslow­ la satisfacción de la totalidad de sus requerimientos alimentarios.

Los estratos D y E, los más pobres, representan gran parte de la población venezolana, mientras que 15% es la muestra de la clase media y alta. Sin embargo, la especialista del comportamiento psicológico del consumidor del IESA, Sylvana Dadduk, indica que la población con menos recursos del país se encuentra "dignificada" en cuanto a la posibilidad de adquisición de productos lavadoras, televisores, aire acondicionado, televisión por suscripción, Internet y telefonía celular. "En Brasil las personas que pertenecen a los estrados D y E no tienen acceso a estas comodidades".

Las largas colas que hacen los habitantes del país para comprar alimentos son el reflejo de la oferta. En cuanto a disponibilidad, aclara Dadduk, debido que a su juicio para el consumidor no le es relevante el proceso de comprar sino lo que se ofrece.

Ejemplifica los antecedentes de los últimos meses: la cantidad innumerable de venezolanos que esperan a las afueras de los principales supermercados para adquirir el producto "que estén sacando", como también la marca numeral del antebrazo para contabilizar a los compradores y evitar a quienes se escabullen entre la cola.

CUESTIÓN DE MERCADEO 
El marketing en Venezuela actualmente es de boca a boca, debido al cambio en los hábitos de consumo. Dadduk explica que en la actualidad los consumidores adquieren un producto no por su marca, sino por el costo y la disponibilidad en los anaqueles. Luego, el comprador inicia en conversaciones con su entorno una serie de campañas positiva o negativa acerca del producto. La situación actual ha cambiado el tradicional modelo de publicidad y mercadeo de las empresas.

Los estudios de mercadeo realizados en el territorio nacional, dice Dadduk, han arrojado que el interesado en adquirir un determinado beneficio en primera instancia reconoce sus necesidades, busca información de lo que desea poseer, evalúa alternativas ­por costos o calidad­ realiza la compra y al finalizar analiza la opción de recompra.

Sin embargo, actualmente muchas veces la recompra no significa la aceptación de los productos, sino la única existencia. "El consumidor no sale de compra, vive de cacería", advierte.

EDUCADORES LAS VEN VERDES
El Centro de Documentación y Análisis Social (Cendas), adscrito a la Federación Venezolana de Maestros, registra la grave situación de su gremio por el disparo de los niveles de inflación. Óscar Meza, director del instituto, explica que la base salarial de los 600 mil educadores que se calculan existen en el país está por debajo del sueldo mínimo (Bs. 4.200).

Con variantes sobre la experiencia y la preparación, la máxima retribución por el trabajo en el sector es de Bs. 10.000. Meza, quien es miembro del Consejo de Economía Nacional desde 1990 como representante de los empleados, indica que el salario de los docentes necesita un ajuste inmediato para el mes de septiembre.

La escasez ha hecho que los incrementos de ventas que puedan tener algunas marcas se deban no necesariamente al gusto del público, sino a la permanencia en anaqueles

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