sábado, 29 de junio de 2013

Castillo en Globovisión

He calificado a LC como una persona merecedora del respeto de los demás, dados sus antecedentes de solvencia, honestidad y confiabilidad
ADELSO GONZÁLEZ URDANETA/TalCualDigital
Como diría el mismo Leopoldo Castillo (LC) el tema "no es fácil"... He calificado a LC como una persona merecedora del respeto de los demás, dados sus antecedentes de solvencia, honestidad y confiabilidad. Su idoneidad integral la ha demostrado durante todos estos años en GLOBOVISIÓN, incluyendo lo posterior a la reciente venta, cuando la planta televisiva se ha convertido en un tema de atención e interés nacional e internacional.


Se conocen las razones políticas y económicas, de presión y coacción, que obligaron a los anteriores propietarios a vender GLOBOVISIÓN y a comprarla a los nuevos, testaferros e intermediarios o no, con el natural interés gubernamental, por hilos muy conocidos.

En la presente situación, difícil y compleja de suyo, le ha correspondido a LC, amén de su programa personal Aló ciudadano, conscientemente aceptar y asumir, sin ser aportador de capital alguno, la función directiva como Director Externo: una enorme responsabilidad en momentos nada fáciles y muy exigentes para él, dados sus conocimientos y experiencias, junto con lo que él significa como garantía de estabilidad del personal de la empresa y del debido respeto a sus periodistas, a quienes no se les puede ni debe tratar ni con censura ni con autocensura.

También, en cuanto se refiera la natural vigilancia suya del grado de desarrollo de la línea editorial que se siga en GLOBOVISIÓN bajo el compromiso público adquirido por los nuevos propietarios, de mantener en lo esencial esa línea editorial.

En esto último ha habido algunos casos discutibles y cuestionados, suficientemente conocidos de la opinión pública, por tratarse de personas y programas excluidos ( Aló Venezuela, Buenas Noches...), con las consiguientes renuncias y manifestaciones de solidaridad, todo lo cual ha originado un movimiento de protestas y cuestionamientos.

En momentos como éstos, tan difíciles y complejos, LC está presente aún en la Junta Directiva, y no falta quien lo juzgue indebidamente, con ligerezas en la expresión, según mi opinión personal.

Porque para mí LC, quien se ha dado un plazo de tres meses, según como esté su salud, para tomar decisión definitiva, debe mantenerse allí hasta donde él mismo juzgue que puede aguantarse. Quizá le haya correspondido por ahora andar un poco contra la corriente, y lo hace con sabiduría y con sana responsabilidad. Desde luego, de todo esto se excluye su Aló ciudadano, como su trinchera periodística diaria muy suya.

Todo el personal y los periodistas saben que LC les inspira confianza, lo sienten como su garantía. Esto es suficiente para quien está actuando al ritmo de su conciencia. En esto la conciencia de uno es la mejor acompañante. ¡Siga adelante, amigo periodista!, con firmeza, serenidad e inteligencia, sin impaciencia ni desesperación, como si fuera un buen gladiador.

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