miércoles, 23 de octubre de 2013

Otro engaño

La clase obrera nunca fue tomada en serio por el chavismo. El objetivo real del líder del proceso era destruir las organizaciones sindicales, para lo cual fomentaron el paralelismo sindical, y a pesar de que una parte significativa se plegó a lo que Chávez quería, éste nunca se conformó, porque deseaba la rendición total.


No se puede negar que el finado metió en cintura a unos cuantos dirigentes sindicales. Wills Rangel es un ejemplo de ello.

Sin embargo, cada día que pasa son más los trabajadores que se rebelan contra las condiciones de trabajo que el madurismo les quiere imponer.

En Guayana las luchas de los trabajadores de esa región nunca cesaron, pero ahora tienen un mayor impulso. Los trabajadores de Sidor le doblaron el brazo al presidente "obrero" con una huelga de varios días.

Los obreros de Diques y Astilleros (Dianca), ubicada en Puerto Cabello, perdieron la paciencia, y eso que tuvieron mucha, y ante la falta de respuestas por parte del Gobierno decidieron marchar hasta Caracas para que sus reclamos sean escuchados por Maduro. Pero las protestas no solo se dan en la provincia.

Los trabajadores de la salud en Caracas también alzaron su voz y quieren que sus sueldos se incrementen 75%, mismo porcentaje que lograron los médicos.

Por cierto, desde el hospital militar de Caracas los galenos que allí trabajan publicaron un remitido ayer exigiendo que les respeten sus condiciones laborales.

Las protestas y reclamos crecen y se multiplican. Menos mal que Maduro es un presidente obrero.
Cort. TalCualDigital

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