martes, 22 de octubre de 2013

Hambre de dólares

Bajas reservas responden a demanda desbordada de divisas. Devaluación es inminente por bajas reservas. Sólo un nuevo endeudamiento del gobierno detendría el ajuste del precio del dólar oficial. Venezolanos pagamos ahora la factura del "millardito" que solicitó Chávez en el año 2005

ELIANA PANTOJA/TalCualDigital
Para el asesor financiero Henkel García la desesperación del gobierno por cubrir la alta demanda de divisas lo conduce a un círculo vicioso de endeudamiento y a echar mano a nuestras reservas líquidas, llevándolas a los niveles más bajo de la historia económica nacional.

Según el BCV, éstas ya se encuentran en 21.382 millones de dólares, lo que representa sólo 7% del total de nuestras reservas internacionales.

"La demanda de divisas oficiales es desbordada y su entrega es ineficiente porque al final se suministra recursos para cosas que realmente no son necesarias", asegura el director de Econométrica al referirse a distorsiones como la oleada de personas que buscan los dólares para proteger su patrimonio en un mercado en el que los bancos pagarían por su inversión con intereses al 12%, mientras la inflación se acerca descontroladamente a 50%.

¿Cómo corregir la situación? Henkel no descubre el agua tibia. Simplemente repite la misma receta: Disminuir el tremendo diferencial entre el precio del dólar oficial y el paralelo.

El asesor asegura que después del 8 de diciembre el gobierno anunciará esa devaluación. Considera que las declaraciones del ministro Rafael Ramírez, son más políticas que económicas.

"El no puede decir otra cosa ahora porque una devaluación no se declara antes, simplemente la anuncias y ya. Eso viene, es algo fijo".

ORO E IMPORTACIONES
En los días de la IV República nuestras reservas internacionales en oro representaban sólo 40%. Hoy, explica Henkel, corresponden a 93%. ¿Cómo ocurrió esto? En algún momento del gobierno del presidente Chávez el precio del oro comenzó a subir.

En teoría el valor de nuestras reservas en el metal precioso tenía que aumentar, pero se mantuvieron porque el gobierno comenzó a usar las reservas líquidas para financiar importaciones. Pero, el precio del oro comenzó a disminuir y con él, el valor de nuestras reservas.

Para complicar el cuadro, en 2006 comenzó un aumento de las importaciones públicas, llegando a su pico más alto en este momento.

"Buena parte de esas importaciones son ineficientes... Hay estudios que demuestra que el nivel de la sobrefacturación de las empresas públicas es mayor que las importaciones privadas".

LA CULPA ES DEL "MILLARDITO"
Para el ex-gerente del BCV (1996-2002), Jesús Rojas Díaz, la raíz que originó la caída de nuestras reservas internacionales se encuentra en 2005 cuando el entonces presidente Hugo Chávez transformó una simple petición de recursos para proyectos sociales (un millardo de bolívares) en el Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden).

Recuerda que, después de una serie de modificaciones de la ley del BCV, se estableció lo que ahora se conoce como "Reservas Internacionales Óptimas" y se obligó al ente a financiar otras necesidades del Estado con los recursos excedentes.

El ex-gerente del BCV destaca que en ese momento, junto a los economistas José Guerra, Orlando Ochoa y Oscar García Mendoza, denunciaron que estas modificaciones violaban el artículo 320 de la constitución que establece que "el Banco Central de Venezuela no estará subordinado a directivas del Poder Ejecutivo y no podrá convalidar o financiar políticas fiscales deficitarias".

Rojas Díaz dice que cuando el BCV entrega recursos al FONDEN, le resta valor al dinero que tenemos en nuestras carteras. "En diciembre de 1998 cada bolívar nuestro tenía un respaldo de 2 dólares con 16 centavos. Hoy llega escasamente a 7 centavos", afirma. Critica que buena parte de esos recursos del Fonden se utilizan para financiar proyectos sociales de otros países como Nicaragua y Bolivia.

DINERO BAJO EL COLCHÓN
Rojas reflexiona sobre la "repatriación" de nuestras reservas de oro. Las barras de oro en Venezuela no hacen nada. En el pasado, al estar en un banco extranjero, funcionaban como una especie de depósito a plazo fijo.

Por ejemplo si un país necesitaba aumentar sus reservas, nosotros le prestábamos nuestro oro y en un plazo establecido ese país nos lo regresaba pagándonos una comisión por su uso". Por eso, afirma, el oro en casa es como tener el dinero guardado bajo el colchón.

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