VALPARAISO (Reuters) - Un gigantesco incendio consumió la noche del sábado más de 500 viviendas en los cerros de la costera ciudad chilena de Valparaíso, llevando a las autoridades a evacuar a miles de personas y a desplegar a militares para ayudar en el desastre.
El siniestro había dejado al menos un herido, de acuerdo con el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, quien se traslado a Valparaíso, ubicado unos 100 kilómetros al oeste de Santiago, para supervisar la situación.
No obstante, la cifra de heridos y viviendas afectadas por el fuego podría elevarse, advirtieron autoridades.
El incendio, el peor en magnitud que ha enfrentado la ciudad portuaria en décadas, comenzó en las afueras de la ciudad pero las inusuales ráfagas de viento propagaron el fuego a varios cerros devorando casas y provocando cortes de electricidad.
"Por las condiciones climáticas, es una situación bastante compleja. El viento nos ha jugado una mala pasada", dijo a periodistas el jefe regional de la Oficina Nacional de Emergencia, Guillermo de la Maza. "El incendio sigue activo. La evacuación es nuestra prioridad junto con el control del incendio".
Las zonas más afectadas eran el cerro de La Cruz y el cerro Las Cañas, pero las autoridades temían que el incendio se extendiera a otros cerros por las rachas de viento de unos 40 kilómetros por hora.
"Nosotros venimos arrancando desde el cerro de La Cruz, de un departamento que me habían entregado hace poco. Está todo quemado arriba, la casa de mi hermana también fue consumida por el fuego", dijo con angustia Rosa Guzmán, mientras la policía pedía por megáfono avanzar con calma hacia zonas más seguras.
El siniestro dejó una gigantesca nube de humo en Valparaíso, mientras la policía, bomberos y brigadas forestales intentaban llegar a los cerros en llamas, de difícil acceso.
El casco antiguo de la ciudad, declarado patrimonio de la humanidad, el puerto y la sede del Congreso se encontraban fuera de peligro.
Debido a las adversas condiciones climatológicas, la oscuridad y el humo reinante, los aviones y helicópteros especializados en apagar incendios permanecían en tierra hasta el amanecer, mientras el pronóstico del tiempo para el domingo auguraba altas temperaturas y fuerte viento en Valparaíso.
Al menos cuatro albergues fueron habilitados por las autoridades para las miles de personas damnificadas.
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