lunes, 14 de abril de 2014

Una de museo y de cines

Para conmemorar el golpe de abril no se le ocurrió otra cosa que pasar durante horas, en cadena caballero, un ladilloso documental donde básicamente quieren probar, por enésima vez, que los pistoleros de Llaguno eran unos practicantes del olímpico deporte del tiro al blanco

FERNANDO RODRÍGUEZ/TalCualDigital
1. Que el gobierno además de malandrín es muy mal educado no poca gente tiene dudas. Para muestra un nuevo botón: para conmemorar el golpe de abril no se le ocurrió otra cosa que pasar durante horas, en cadena caballero, un ladilloso documental donde básicamente quieren probar, por enésima vez, que los pistoleros de Llaguno eran unos practicantes del olímpico deporte del tiro al blanco. Que a los cineastas gobierneros les dé por hacer documentales para la causa valga.

Que lo pasen en los canales de todos los venezolanos es ya un abuso, a menos que también permitan pasar versiones contrarias. Pero que le jodan la vida a los televidentes en cadena nacional, a lo juro y sin derecho a pataleo, es un vulgar atropello. Uno más, el país tiene 15 años encadenado, oyendo todo lo que se puede oír, durante horas y horas.

Pero resulta particularmente inoportuno pasarlo un día después de iniciadas las conversaciones para la paz y el amor entre los venezolanos y en las cuales se abogó por mirar hacia el futuro y no a las heridas del pasado. Si el gobierno quiere o más bien necesita un poco de credibilidad para llevar adelante el diálogo lo menos que puede hacer es aprender buenos modales, entender que no todos los asuntos políticos se pueden tratar a las patadas.

2. El nuevo director del Museo de Arte Contemporáneo, sujeto desconocido para aquellos que no son de su familia y vecinos, tiene entre sus planes sacar los cuadros del museo y llevarlos por ejemplo a colegios y liceos. Así como potenciar que vean su admirable colección, reunida por Sofía Imber, por Internet.

Nos parecen dos grandes ideas, aunque pensamos que es más barato y práctico montar a los chamos en un autobús y llevarlos al museo y con respecto al Internet que tan sustituto no es, a pesar de lo mucho que sirve para divulgar no solo el arte sino todos los productos humanos, nos parece que tiene una gran ventaja y es que los visitantes electrónicos no se enterarán del chiquero en que está convertido el otrora admirable recinto, tienda comprendida. Sin hablar de su ubicación en ese otro gran corralón en que ha devenido el Parque Central.

Anotemos, por último, que a una pregunta por las nuevas adquisiciones del museo, contestó con mucha circunspección el director que existe una comisión que juzga concienzudamente esos menesteres. Que uno sepa después que cayó en manos cívico-militares en ese museo, orgullo nacional, no se ha comprado un solo cuadro, ¿para qué si en Internet está hasta la Capilla Sixtina y la Mona Lisa?

3. Muy pronto, nos aplicaremos a comentar Pelo Malo de Mariana Rondón, la película más premiada de nuestra historia. La estrenan el próximo miércoles y si bien es un drama sobrecogedor puede servir para restituir el orgullo patrio, tan desgonzado en un país que se propuso hace mucho tiempo acabar con cualquier manifestación del mérito. Cosa que en buena medida ha logrado el socialismo del siglo XXI, por lo menos esconderlo. Aficionados al Conde del Guácharo y otros cineastas populares y dados a lo vernáculo auténtico abstenerse.

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