martes, 18 de junio de 2013

Milicos y abusadores/Por mi Madre martes 18jun13

Resulta pues que en Bolívar, quien tiene un uniforme verde oliva es un ser todopoderoso, capaz de hacer lo que le da la gana, aun pasándose las normas

El juego del martes 11 de junio en el CTE Cachamay, no solo dejó una dolorosa derrota que merma las opciones de La Vinotinto para estar en el Mundial de Brasil, sino una serie de situaciones irregulares producto del abuso de poder de los militares.

Resulta pues que en Bolívar, quien tiene un uniforme verde oliva es un ser todopoderoso, capaz de hacer lo que le da la gana, aun pasándose las normas. En el recinto deportivo se vivieron varios episodios con los milicos de protagonistas.

En uno de ellos, un teniente coronel estaba sentado junto a su familia en el área de prensa. Al señalársele que no podía estar allí, se negó a salir. Solo lo hizo, luego de que la organización contactara a otro funcionario militar quien le pidió que abandonara esa área.

Mientras que en otra parte del estadio, un grupo de militares tuvo un encontronzazo con un stand de uno de los productos patrocinadores de la selección nacional. Las autoridades no encontraron mejor forma de dirimir el problema que destrozando el puesto de promoción a punta de patadas.

Y para completar el combo de abusos, un grupo de guardias nacionales se agredieron con algunos efectivos de seguridad privada contratados para el evento deportivo, ya que uno de ellos le había negado el acceso por un área del estadio, a una persona cercana al general Clíver Alcalá Cordones.

El resultado de la trifulca fue la detención masiva de un grupo importante de personal de seguridad, que después fue liberado en un comando militar cercano. Por lo visto, la ley y las reglas van para todos, menos para los militares.
TalCualDigital

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