viernes, 19 de julio de 2013

Descubren más armas cubanas en carguero norcoreano

JUAN O. TAMAYO/JTAMAYO@ELNUEVOHERALD.COM
PANAMA -- Investigadores panameños han encontrado más contenedores no declarados de armamento cubano a bordo de un carguero norcoreano, pero podrían necesitar hasta 10 días más para descargar las 220,000 bolsas de azúcar que ocultaban el contrabando, dijeron funcionarios el jueves.


Las autoridades dijeron que están además tratando de encontrar varios cientos de contenedores vacíos para almacenar el azúcar que se está descargando del barco y protegerla de los torrenciales aguaceros tropicales y la opresiva humedad de Panamá.

El presidente Ricardo Martinelli dijo que se habían encontrado más contenedores a bordo del Chong Chon Gang, un carguero norcoreano confiscado el 15 de julio en el puerto panameño de Manzanillo después de que llegó de Cuba y se preparaba para cruzar el Canal de Panamá y navegar hacia su hogar.

Las autoridades del puerto dijeron que se han encontrado cuatro contenedores nuevos, lo cual lleva el total a seis, en dos pilas de a tres. No estaban declarados en el manifiesto del barco y estaban escondidos bajo 220,000 sacos de azúcar morena cubana.

Cadetes de la policía panameña que están descargando el azúcar solamente han abierto hasta el momento una de las cuatro bodegas de carga del barco, y cada una de ellas tiene seis secciones separadas, según los funcionarios del puerto, quienes pidieron conservar el anonimato porque no estaban autorizados a comentar al respecto.

Los primeros dos contenedores encontrados fueron sacados del barco y colocados uno junto al otro en un área abierta vigilada por soldados armados hasta los dientes. Una nota escrita a mano pegada a uno de los contenedores decía que habían sido confiscados por “comercio y contrabando de armas”.

Se espera que lleguen pronto técnicos extranjeros con equipos especiales de imaginología para escudriñar cada pulgada de la embarcación, no solo sus bodegas de carga, porque el aviso que llevó a las autoridades panameñas para que registraran el carguero era de que transportaba drogas ilegales.

El fiscal de narcóticos Javier Caraballo dijo el jueves que no descarta la posibilidad de que el barco transporte drogas. El mismo carguero fue detenido en Ucrania hace varios años por llevar drogas ilegales y municiones para armas de pequeño calibre.

Cuba ha descrito los equipos como 240 toneladas métricas de “armamento defensivo obsoleto” enviados a Corea del Norte “para ser reparado y devuelto”. El mismo incluía dos aviones MiG-21 y 15 motores para los mismos, dos sistemas de misiles antiaéreos y nueve misiles en partes y piezas de repuesto.

Expertos han dicho que un contenedor trae un radar de focalización para misiles antiaéreos soviéticos SA-2, y que los SA-2 son muy viejos, ya que salieron al mercado por primera vez a principios de la década de 1960. Pero añaden que un SA-2 iraquí derribó un avión estadounidense F-15E en 1991.

El ministro de Seguridad José Raúl Mulino, entretanto, dijo que la labor de descargar los 220,000 sacos de azúcar del Chong Chon Gang, de 450 pies de eslora, es una “odisea” porque las bolsas de 100 libras de peso fueron cargadas en Cuba sin usar palés.

“Los técnicos nos han señalado que este barco fue cargado (de una forma) para que no se pueda descargar fácilmente”, dijo Mulino a la prensa, calculando que la labor de descargar toda el azúcar podría tomar entre siete y 10 días adicionales.

El acceso a ciertas partes de las áreas de carga fue bloqueado intencionalmente de un modo que presupone una clara violación de seguridad, dijo Mulino, abogado especializado en temas marítimos. Dijo que los camarotes de la tripulación estaban asquerosos, y describió el carguero herrumbroso como “una pocilga”.

En Washington, la portavoz del Departamento de Estado, Marie Harf, dijo que el gobierno de Estados Unidos no consideraba el contrabando de armas como un problema bilateral entre EEUU y Cuba, sino como una violación potencial del embargo de armas de la ONU impuesto a Corea del Norte a partir del 2006 por su programa de armas nucleares.

Harf añadió que, de todos modos, funcionarios de EEUU querrán hablar “pronto” con La Habana sobre el cargamento, y que si de verdad se prueba que se trata de una violación de las sanciones de la ONU, eso podría ser “increíblemente preocupante”.

No se espera la llegada a Panamá hasta el 5 de agosto de los expertos del Consejo de Seguridad de la ONU, quienes identificarán oficialmente el material bélico y determinarán si violó las sanciones de la ONU a Corea del Norte.

A las especulaciones que rodean el cargamento, se añadió que el ex presidente colombiano Álvaro Uribe envió el jueves un mensaje de Twitter diciendo que había recibido información de que el material bélico cubano iba camino a Ecuador, pero no dio información adicional alguna. Dijo más tarde a la prensa colombiana que su fuente le había dado información correcta en el pasado.

Mientras tanto, Caraballo dijo a los periodistas que los 35 tripulantes norcoreanos del carguero, que en estos momentos se encuentran prisioneros en un centro de detención, se han negado a hablar con los investigadores. Ellos han sido acusados de poner en peligro la seguridad de Panamá al resistirse al registro del barco.

Él restó además importancia a reportes de que el capitán del barco trató de suicidarse y sufrió un ataque al corazón durante el fin de semana. El capitán entró en un baño y salió con un leve corte en el cuello, dijo Caraballo.

Corea del Norte ha exigido la devolución del barco y su cargamento, diciendo que no había nada ilegal en el cargamento, y alegando que las autoridades de Panamá usaron violencia en contra de la tripulación. Todos los barcos deben declarar su cargamento, y los que transportan armas a través del Canal de Panamá tienen que reportar por separado el material bélico.

Panamá anunció el miércoles que permitiría a dos diplomáticos norcoreanos radicados en La Habana venir al país a seguir el caso en persona. Pero luego retiró la autorización, al parecer indignados por la queja de Pyongyang de que se había ejercido violencia en contra de la tripulación.

El Nuevo Herald

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