viernes, 19 de julio de 2013

Sin brújula y en el camino incierto/VenEconomía viernes 19jul13

Por: VenEconomía
Ya el Banco Central concretó la primera “subasta” del SICAD II: el martes 16 de julio se realizó la “subasta” y el miércoles 17 se anunció el resultado y se inicio el proceso de adjudicación a los beneficiados.
En forma resumida se tiene que de los $215,3 millones adjudicados, $180,5 millones a Bs.10,90:$ fueron para las empresas de autopartes y equipos médicos así como para las zonas libres de Margarita y Paraguaná. Mientras que las personas naturales recibieron $34,8 millones a Bs.11,70:$ para viajes y educación.

Sobre esta segunda versión del SICAD y el proceso como se adjudicaron las divisas caben algunos comentarios:
Para comenzar, el SICAD II fue todo menos una subasta. En una subasta normal, el ganador es el mejor postor. Y, en una subasta tipo “Vickrey”, el mayor postor queda fuera, pero todas las restantes ofertas siguen en pie, y se honran en la medida que eso sea posible.
Sin embargo, en la del SICAD II se desecharon, en el caso de las empresas y las zonas libre, todas las cotizaciones por encima de Bs.16:$ y, en el caso de las personas naturales, se rechazaron todas las que superaron los Bs.15:$. Para rematar, a quienes cotizaron por debajo del precio de adjudicación, se les asignaron las divisas al precio de definido.
Un proceso así puede permitir que cualquier persona con información adelantada obtenga eventualmente beneficios non sanctos de las adjudicaciones. Esta sospecha parecería confirmarse con las denuncias de la Asociación Venezolana de Distribuidores de Equipos Médicos, Odontológicos, de Laboratorios y Afines, quienes afirman que de las 127 empresas del sector salud beneficiadas en el SICAD II, ninguna pertenece a esa asociación, y que todas las favorecidas son supuestamente empresas de maletín, que carecen de permisos sanitarios; no cumplen con las normativas que exige el Ministerio de Industria para importar; y no cuentan con los certificados de no producción nacional.
Es más, el sistema de asignaciones del SICAD II no tiene nada que ver con el mercado, un objetivo que debería ser primordial si se quiere estabilizar el mercado cambiario y lograr que desaparezca, o por lo menos se reduzca, el mercado negro. El SICAD II está haciendo caso omiso de la demanda y la oferta para fijar un tipo de cambio artificialmente bajo, lo cual es insostenible en el tiempo. Se piensa que lo que se busca es imponer una tasa cambiaria, para lo que será un sistema de cambios múltiples.
A esto se le agrega que todo el proceso del SICAD II, al igual que el del SICAD I, está viciado de discrecionalidad, arbitrariedad y adolece de una total falta de transparencia. Entre otras, no se dieron a conocer los criterios de selección ni antes, ni durante ni después de la “subasta”.
La guinda de esta tremenda torta cambiaria, es que, si el Estado quiere estabilizar la tasa a estos niveles, tendría que haber elaborado una estrategia (que no la tiene), además de disponer de ingentes sumas de dólares para ofrecer en el mercado, que tampoco los tiene. Si el SITME funcionó más o menos bien con $40-50 millones por día, no se puede concebir que el SICAD II funcione ni siquiera medianamente con escasamente $20 millones al día.
¡De nuevo Maduro y sus estrategas económicos perdieron la brújula!

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