lunes, 8 de octubre de 2012

Chávez reelecto en Venezuela para otro período de 6 años con 54% de los votos

JUAN O. TAMAYO Y ANTONIO MARIA DELGADO/JTAMAYO@ELNUEVOHERALD.COM
CARACAS --
El presidente venezolano Hugo Chávez ganó las elecciones del domingo obteniendo un nuevo período presidencial de seis años tras derrotar al opositor Henrique Capriles con una votación de 54.42 por ciento, anunció la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena.


El líder de la Revolución Bolivariana acumuló una ventaja de casi 10 puntos frente al 44.97 por ciento obtenido por su rival, tras contabilizarse el 90 por ciento de los votos transmitidos.

“Hemos alcanzado una de las más altas participaciones que hemos tenido en las últimas décadas”, dijo Lucena poco antes de anunciar los resultados, que calificó de irreversibles.

Minutos después una larga y fuerte andanada de fuegos artificiales iluminaron el cielo de Caracas al tiempo que en la estatal Venezolana de Televisión, los presentadores del programa especial que transmitía los resultados comenzaron a aplaudir.

En las afueras del canal, un grupo grande de empleados, todos vestidos de rojo, celebraron con gritos de alegría y coreaban: “No se va, no se va, el comandante no se va”, mientras que a la distancia, se oían tiros de celebración.

Capriles, un abogado de 40 años que había sido elegido candidato único de la oposición tras ganar unas primarias, concedió pocos minutos después del anuncio.

“Quiero felicitar al candidato, al presidente de la República, quiero mandarle nuestra felicitación y ojala que lea con grandeza la expresión de nuestro pueblo el día de hoy”, dijo Capriles en una rueda de prensa momentos después de que el Consejo Nacional Electoral diera los resultados oficiales.

Cerca de 15 millones de venezolanos habían acudido a las urnas para decidir si extendían a 20 años el período presidencial de Chávez, quien lanzó nuevamente su candidatura prometiendo profundizar su revolución socialista.

El proceso fue realizado en medio de una palpable tensión, en medio de las advertencias lanzados por el Ministro de Defensa, Henry Rangel Silva, de que grupos violentos tenían previsto alterar el orden público, e informes de movimiento de tropa durante la noche.

Durante el día, grupos conformado por entre 10 y 12 de los temidos “motorizados” —motociclistas que visten de rojo, tienen fama de ser violentos y que respaldan a Chávez— fueron vistos en al menos cinco ocasiones recorrer las calles del dentro de la ciudad. Cada grupo tenía al menos un miembro con radio portátil.

No obstante, los venezolanos acudieron masivamente a votar, con los centros de votación registrando colas que se extendían por varias cuadras. Pese a los retrasos, la mayoría de los presentes celebraban la alta comparecencia de electores, considerándola como una manifestación del compromiso de los venezolanos con la democracia.

Capriles había dado una pelea sorprendentemente fuerte durante su campaña, ganando terreno pese a la prolongada popularidad del presidente entre los pobres de Venezuela y de los extensos recursos estatales a su disposición para promover su reelección.

Chávez, un ex teniente coronel y paracaidista del ejército de 58 años, dio un fallido golpe de estado en 1992, pero ganó la presidencia en las elecciones de 1998 y luego ganó otros dos términos, sobreviviendo en el ínterin un intento de golpe de estado y un referéndum para su derogación.

El mandatario actualmente controla la Asamblea Nacional, el sistema judicial, el Consejo Nacional Electoral (CNE) y gran parte de los medios de comunicación masiva del país.

Propugnando su “Socialismo del Siglo XXI”, el presidente gastó una buena parte de los ingresos del auge petrolero de Venezuela de la última década en una larga serie de “misiones” diseñadas para aliviar la pobreza del país.

Sumó millones de empleados a las nóminas estatales, entregó miles de apartamentos, construyó nuevas escuelas y universidades, y trajo a más de 30,000 médicos y enfermeros cubanos para brindar atención médica gratuita a los venezolanos.

En el frente extranjero, él se opuso casi continuamente a Washington y estableció una estrecha alianza con La Habana, enviándole miles de millones de dólares en subsidios anuales. También apoyó a Irán, Siria, Belarús y el ex dictador libio Moammar Gaddafi.

Su lenguaje polarizador y salpicado de jerga popular tuvo buena aceptación en los sectores pobres del país. Pero en los últimos dos años él ha recibido tratamiento para el cáncer, tuvo que someterse a tres operaciones, y vio incumplidas muchas de sus promesas políticas mientras que el crimen callejero y la corrupción llegaban a niveles estratosféricos.

El energético Capriles, en contraste, se hizo de una reputación de efectividad durante su servicio en la Asamblea Nacional, como alcalde de uno de los cinco municipios de Caracas y luego como gobernador del populoso estado de Miranda. En una primaria, él derrotó a otros seis candidatos por la nominación a la candidatura presidencial de la oposición unida.

Capriles acumuló muchos puntos atacando no tanto la política izquierdista del presidente o el CNE como las fallas de sus 14 años en el poder. “La campaña no se hizo para votar en contra de alguien, sino a favor de alguien”, dijo uno de sus asistentes principales.

Prometió mantener y mejorar muchas de las misiones para los pobres, y de sacar del gobierno la politiquería partidista, pero prometió repetidas veces que Venezuela dejaría de regalar su petróleo.

Recorriendo la nación “pueblo por pueblo”, Capriles hizo campaña en casi 300 municipios, incluyendo algunos antiguos bastiones de Chávez donde en elecciones anteriores algunos centros de votación reportaron una asistencia del 100 por ciento y una votación a favor del presidente del 100 por ciento.

El Nuevo Herald

No hay comentarios:

Publicar un comentario