martes, 26 de noviembre de 2013

Ese dólar no camina

Las empresas extranjeras socias de Petróleos de Venezuela han advertido en las últimas semanas que es necesario modificar el régimen cambiario porque les resulta altamente costoso invertir en el país con el tipo de cambio a 6,30 bolívares por dólar, situación que está ocasionado retrasos principalmente en los nuevos proyectos en la faja del Orinoco.


La italiana ENI y la española Repsol plantearon públicamente que haya predictibilidad cambiaria, mientras que la estadounidense Chevron se refirió a la necesidad de reducir los altos costos.

La respuesta en privado que han recibido los representantes de estas compañías, al igual que bancas de inversión, de directivos y gerentes de Pdvsa es que habrá depreciación o devaluación de la paridad bolívar-dólar, con el fin de tener un tipo de cambio competitivo y de esa manera agilizar desembolsos de capitales en el país. Sin embargo, no hay detalles sobre la fecha y el esquema que regirá.

“El elevado costo fiscal que afronta Pdvsa debido a un tipo de cambio sobrevaluado introduce un fuerte incentivo para devaluar. Eso es importante por el hecho de que la cabeza de la industria petrolera, Rafael Ramírez, ministro de Petróleo y Minería y presidente de Pdvsa, ahora está a cargo de la política económica”, dice el más reciente reporte de la banca de inversión Bank of America-Merrill Lynch sobre la empresa.

Expresiones similares provienen de agentes de otras instituciones y analistas foráneos que monitorean el desempeño económico del país. En los equipos financieros de las transnacionales hay expectativa sobre las normas cambiarias que finalmente apruebe el gobierno del presiente Nicolás Maduro mediante la Ley Habilitante, especialmente después de las elecciones municipales del 8 de diciembre. No obstante, los cálculos de estas firmas ya excluyen la actual tasa oficial y asumen un rango de entre 10 y 15 bolívares.

Ramírez ha descartado que vayan a levantar el control cambiario. Por el contrario, defiende que se haya establecido la restricción en la venta de divisas en 2003 y que aún se mantenga para preservar las reservas internacionales.

Sin embargo, analistas perciben los mensajes del funcionario como contradictorios. Por un lado, se niega a hablar sobre una depreciación del tipo de cambio y dice que la cotización del dólar paralelo “no tiene racionalidad económica”.

También admitió que en el pasado la referencia del paralelo era determinado por las operaciones de permuta que hasta principios de 2010 se hicieron con bonos de la República o de Pdvsa, y que ahora “puede ser que el paralelo lo marquen las subastas del Sicad”.

La Cámara Petrolera de Venezuela ha solicitado una paridad más próxima a las transacciones del Sistema Complementario de Administración de Divisas en los contratos con Pdvsa, para ser competitiva frente a ofertas similares que hacen contratistas internacionales.

Los representantes de las firmas nacionales y extranjeras por lo pronto han escuchado de Ramírez: “Vamos a ir a un sistema complementario en el que van a poder hacer inversiones de dólares en el país y esos dólares van a entrar al torrente de nuestra economía, porque lo que queremos es que no sólo los dólares de la renta petrolera sean los que vengan a alimentar la economía”.

Se habla de apertura. Entre los anuncios oficiales también figura más autonomía para las empresas mixtas e incentivos fiscales que sean incluidos en el proyecto de ley que consagra una zona de régimen especial en el área de la faja petrolífera del Orinoco. También se asoma la posibilidad de una reducción en la tasa de regalía de 30% a 20% o exoneración temporal en el pago del impuesto sobre la renta. Pero dependerá de los costos finales que se tengan una vez se fije la nueva tasa de cambio.

“Por el momento la apertura que se espera en materia cambiaria solo ocurrirá en el sector petrolero para agilizar las inversiones de Pdvsa, porque los niveles de producción llegaron a un punto crítico y se debe revertir la tendencia para aumentar el flujo de divisas”, dijo Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica.

“Si se observa el volumen de barriles que aportan efectivo a Pdvsa por exportaciones vemos que en 2 años se ha registrado una caída de 440.000 barriles diarios y hay necesidad de revertir la situación”.

“Por eso el sector petrolero es el único donde se percibe cierto pragmatismo”, agregó. Las empresas privadas nacionales que trabajan en el área de hidrocarburos también aprecian algunos cambios en el discurso oficial. Primero por la intención de agilizar las deudas que acumula Pdvsa por el pago de servicios e indemnización de compañías expropiadas, pero también por las expectativas de cambio que se tienen en materia cambiaria.

“Los planteamientos de transnacionales como Chevron, ENI o Repsol son similares a lo que hemos propuesto las empresas nacionales en Fedecámaras”, dijo Jorge Roig, presidente del organismo.

“El modelo cambiario es insostenible y por eso estamos viendo algo de pragmatismo, porque la realidad económica se impone y Pdvsa está afrontando las consecuencias”, añadió.
Cort. TalCualDigital

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