lunes, 20 de enero de 2014

El Leonático/Antonio Castillo lunes 20ene14

¡Que desastre!
Sin duda alguna, ¡que desastre! De los peores juegos del Caracas en la presente temporada, en donde el pitcheo dejó al descubierto debilidades impensables que los rivales zulianos no perdonaron.


Fueron once carreras este domingo, con las cuales sumamos 35 en los últimos tres juegos, a razón de 11,6 por confrontación. ¿Se imaginan tener que remontar diferencias de 12 carreras por juego? Ni los Yanquis de 1927 hubiesen aguantado este desbalance entre ofensiva y pitcheo que en los actuales momentos aqueja a los Leones.

La fanaticada que se acercó al Universitario, evidentemente frustrada por la inoperancia de los lanzadores del equipo, enfiló sus baterías contra el manager Dave Hudgens, pero viendo las cosas con objetividad, muy poco rango de maniobra tenía el estratega estadounidense luego que el abridor cubano Yoanner Negrín no pudo ni sacar un out del cuarto capítulo, y los relevistas Jonathan Ortiz, Víctor Gárate (permitió dos hits y regaló par de boletos), Ronald Uviedo y Wilmer Font contuvieron -no sin problemas- a la activa ofensiva de las Aguilas.

Ciertamente que el encuentro se mantuvo allí, al alcance, con un nudo en la garganta, pero sin mayores alteraciones que lamentar en los innings cuatro, cinco y seis. Pero en el séptimo sobrevino la debacle. Miguel Socolovich, Jonathan Torres y Darwin Cubillán se las ingeniaron para echar por tierra las expectativas de triunfo con actuaciones realmente deprimentes.

Es verdad que todos estos lanzadores salen al montículo con toda la intención de hacerlo bien, pero particularmente Torres no estuvo en su mejor noche. Por su condición de zurdo fue llamado a enfrentar a Oswaldo Arcia y ¿qué hizo? con el primer lanzamiento golpeó en la espalda al grandeliga de Minnesota. Y por si fuera poco, el siguiente bateador le conectó largo inatrapable al centro que no pudo manejar Alex Romero. Resultado: la primera de ocho carreras en un inning interminable.

No voy a describir un movimiento de carreras que resultó nefasto para el Caracas y en el que tuvo triste protagonismo el leftfielder Yangervis Solarte, quien le partió hacia adelante a un batazo y la pelota le cayó atrás. Lo cierto es que el pitcheo estuvo pésimo y la defensiva no ayudó.

Es así que tras los resultados de este domingo, el Magallanes quedó en solitario en la cima del round robin, frotándose las manos a la espera de lo que puedan hacer Leones y Caribes, a quienes le restan dos juegos.

Es imperativo que los Leones derroten este lunes a La Guaira, porque en caso contrario llegarán a la refriega del martes en Valencia ante el Magallanes con la soga al cuello, con la obligación de vencer, so pena de quedar irremediablemente al margen. Ganar o morir.

La situación es complicada y por demás preocupante, habida cuenta que el pitcheo está haciendo agua en estos encuentros finales del round robin. Sin embargo, el Caracas es de esos equipos que sacan la casta en los momentos más apremiantes y en este sentido la final no se presenta como una utopía inalcanzable.

Archiplanetarios panas caraquistas hay que seguir batallando, ahora más que nunca que la situación luce color de hormiga. Caribes la tiene menos complicada: jugará dos veces en su feudo portocruzano y ante un equipo eliminado como son las Aguilas del Zulia. Sin embargo, no hay que desfallecer. ¡Caraquistas Forever!
Cort. El Universal

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