viernes, 11 de julio de 2014

La culpa no solo es del niño/VenEconomía viernes 11jul14

Por: VenEconomía
Ahora, la problemática de la sequía, se viene a sumar a las diversas plagas que han traído a Venezuela 15 años de mal gobierno y una visión de país limitada por las gríngolas del Socialismo del siglo XXI.


La sequía afecta no solo el suministro de agua potable sino agrava el ya desbordado desabastecimiento y la escasez de alimentos, en especial los sectores cárnico y de cereales.

Gremios, como Fedenaga y la Asociación de Ganaderos de la Costa Nororiental del Lago (Aganorla), han alertado de la agudización de la situación de desabastecimiento de carne vacuna y la afectación del ganado lechero.

Fedenaga hace un poco más de una semana informó que el desabastecimiento de carne estaría en un 75% a nivel nacional, y alertó sobre la muerte de unas 300.000 reses debido a la sequía que ha secado el pasto y la escasez de alimentos balanceados para animales. También la agroindustria está afectada debido a la escasez de semillas y de los insumos para la fumigación.

Es cierto que Venezuela vivió desde octubre de 2013 y abril 2014 uno de los períodos más secos de los últimos 60 años y este de 2014, ha sido el semestre más seco desde 1961. Y todavía el país sigue afectado por niveles de “sequía extrema a severa” en nueve de sus 23 estados, que vienen produciendo un desabastecimiento crítico en los embalses y que impacta tanto el suministro de agua potable para consumo humano, como la destinada a los animales y el riego.

Esta situación llevó al Ejecutivo Nacional a imponer desde mayo de este año un plan de racionamiento del suministro de agua, en diversas regiones incluyendo al Área Metropolitana de Caracas, dado que los tres embalses que surten la zona llegaron a niveles por debajo de lo necesario para permitir su uso.

Lo que no es del todo cierto es que esta situación sea solo debido al fenómeno de El Niño, como está queriendo hacer ver a la opinión pública el gobierno de Nicolás Maduro, de manera similar a como lo hizo Hugo Chávez en 2010, cuando una grave sequía derivó en la declaratoria de emergencia eléctrica a nivel nacional.

El problema real es la falta de una política con visión de progreso y desarrollo, que genere confianza e incentive la inversión y la producción. Y una falta de atención a los problemas de día a día: es verdad, el gobierno no puede crear lluvia de la nada, pero sí hubiese podido anticipar la escasez de alimentos balanceados tan necesarios para la sobrevivencia del ganado.

La situación es de tal gravedad, que ya no solo se trata de que llueva, como afirmó Larry Fernández, vicepresidente de Aganorla, a la prensa, pues “aunque llegaran las lluvias, la tragedia seguirá”: Hoy la crisis es generalizada, y la fuerte sequía alcanza a las divisas para importar semillas de pastos, suplementos vitamínicos y demás insumos. Así que el escenario previsible es más desabastecimiento y mayor alza en los precios de productos de la cesta básica.

Por otro lado, el gobierno ha desatendido el mantenimiento de los embalses y plantas de tratamiento de agua potable, y no ha logrado invertir en la construcción de nueva infraestructura hídrica.

Hace tres meses, en abril, Maduro anunció que aprobaría Bs.16,7 millardos para lo que se denominó el “Plan Nacional del Agua”, sin mayores detalles técnicos, pero que se sustentará con una visión socialista y colectivista a través del Poder Popular y las Mesas Técnicas de Agua.

Así que a agarrar palco, pues lo que se avizora es un negro futuro para los venezolanos en el acceso al agua, un derecho humano decretado por la ONU en 2010.

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