jueves, 13 de junio de 2013

¿Final del sueño?

Se tambalea la ilusión vinotinto. Las opciones de la seleccion nacional para estar en el Mundial de Brasil sufren un duro golpe. Venezuela no pudo descifrar el férreo planteamiento de Uruguay tras un errático inicio. Ahora deberá ganar los tres partidos que le restan y ligar la caída de los rivales directos

ALEJANDRO CHACÓN/TalCualDigital
Morder el polvo de la derrota duele y es aún más agudo si ese dolor golpea con fuerza la ilusión de estar por primera vez en un Mundial de fútbol.

En efecto, la caída del martes en el Cachamay de Puerto Ordaz 0-1 contra Uruguay ha sido un zarpazo que ha ido directo al alma, en un juego en el que se esperaba todo de la vinotinto y ésta volvió a mostrar su lado más flaco y vulnerable.

Un punto de seis posibles no es esencialmente un buen negocio. Y evidentemente no lo fue para Venezuela en estos enfrentamientos de las jornadas 13 y 14, correspondientes a las eliminatorias sudamericanas, frente a Bolivia y Uruguay. Por el contrario, la posibilidad de estar en la Copa del Mundo sufrió un traspié que deja muy sentidas esas opciones.

El equipo no fue el que todos esperaban y sí el que pudo reflotar sus debilidades. De inicio, el partido frente a la celeste lució distinto.

El planteamiento inicial con la presencia de Frank Feltscher hizo levantar la ceja como signo de extrañeza. Y el desarrollo posterior así lo corroboró. El suizo-venezolano es un hombre que desarrolla altas velocidades. Que con él se puede esperar vértigo.

Que la banda es su camino favorito para recorrerlo una y otra vez. Pero en ningún momento se trata de un hombre en punta, como nueve de área, reubicando a José Salomón Rondón en funciones de media punta.

El equipo se desubicó y nunca fue efectivo. Allí comenzó mal la cosa. Venezuela lució apática consigo misma. Distante entre sí, dando a entender que no es suficiente con el solo aporte de Juan Arango. Que hace falta más y que nunca apareció. Una posesión del balón que siempre fue estéril. Apenas un par de ocasiones con indicios de gol y ya.

Del planteamiento original se intentó corregir, pero quizás no con la prontitud que el caso ameritaba. Y a partir de ahí nada pudieron hacer Fernando Aristeguieta, Luis Manuel Seijas y Richard Blanco. Muchos hombres de tinte ofensivo que también chocaron con la muralla celeste.

Preocupa nuevamente la poca capacidad que hay para hacer gol. Se trata de un mal histórico que no ha habido forma de dejar atrás. Con 10 tantos, solo Paraguay está detrás de la vinotinto en productividad. Pero el tema no solo pasa por los hombres de punta.

También por quienes nutren de balones a los más adelantados. Pareciera que ante un encuentro como el que planteó Uruguay, la opción de jugadores hábiles que buscaran asociarse con rapidez y desequilibrio era la más idónea y no la del constante juego aéreo, que siempre lució ineficaz como alternativa ofensiva.

No hay que desmeritar al rival, que supo darle lectura precisa al partido. El combinado charrúa entendió que solo apostando a sus propias capacidades podía lograr el objetivo.

Uruguay aguantó, supo soportar cierta presión para luego reaccionar gracias a su casta y enorme virtud con prusiana actitud de saberse defender con criterio. Fue un bloque granítico. Pocos espacios entre líneas en un labor llena de solidaridades. Todos remaban hacia el mismo sentido y con la misma claridad en la meta trazada.

LO QUE VIENE 
La derrota en casa ha colocado muy difícil la situación de la selección de Venezuela en sus posibilidades de conseguir el boleto al Mundial de Brasil 2014. El asunto luce muy complicado por muchas razones. En primer lugar, a la vinotinto le restan tan solo tres encuentros por disputar, lo que teóricamente le daría 25 puntos en caso de ganarlos todos. Chile suma 21 y Uruguay 16, los mismos que el equipo nacional pero con mejor diferencia de goles.

Las opciones para alcanzar la clasificación directa pasan por conseguir la victoria en los tres encuentros que le restan en esta eliminatoria sudamericana. Además de ello, Venezuela debe ligar que Uruguay no consiga más de 5 puntos de sus 12 posibles y que Chile no sume más de 3 de sus 9 unidades en disputa.

Con un eventual empate en Santiago en la próxima fecha también hay opciones de estar en Brasil de forma directa. Pero Venezuela tendría que ganar en casa los siguientes dos encuentros ante Perú y Paraguay. Además Chile debe perder sus juegos ante Colombia y Ecuador y que Uruguay no obtenga más de seis puntos en sus partidos.

Conseguir el puesto del repechaje pasa ganando a Perú y a Paraguay. Los triunfos deberán combinarse conque Uruguay no obtenga más de tres puntos y que Perú no gane ante Uruguay, Argentina y Bolivia.

El ánimo está golpeado, pero queda todavía la esperanza de que el Mundial puede lograrse. Eso obliga a entender que la actitud y las formas de afrontar el juego deben ser imperiosamente distintas a las exhibidas contra Uruguay. El sueño mundialista así lo exige.

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