jueves, 5 de diciembre de 2013

Campeones en corrupción/Editorial Tal Cual jueves 05dic13

Ahora que perdimos por pri- mera vez en 51 años los juegos Bolivarianos, y eso que íbamos en camino a convertirnos en potencia deportiva, la consolación, muy mala por cierto, es que el país es casi el campeón latinoamericano en corrupción, superado apenas por Haití, por un punto, según la clasificación que elabora la ONG alemana, Transparencia Internacional. Realmente no hace falta que nadie nos diga que la corrupción goza de buena salud en el país, porque está a la vista de todos.


El Gobierno pretende tomar la lucha contra la corrupción como una bandera, pero la forma de hacerlo es una muestra más de corrupción. La manera como lograron el voto 99 en la Asamblea Nacional para aprobarle la Habilitante a Nicolás Maduro es un ejemplo de lo que decimos. Para la jugada se prestaron la Fiscalía y el Tribunal Supremo de Justicia, dos entes que deberían dar el ejemplo, y realmente lo hacen pero dando del malo.

Los casos de corrupción los enumeramos en un editorial pasado y se nos quedaron algunos por fuera.

Cada vez que alguno de ellos ha sido planteado en la Asamblea Nacional para que el poder legislativo ejerza su función contralora ha sido negado por la mayoría del PSUV.

A los diputados rojitos les pareció normal que un ciudadano venezolano viajara con un maletín en el que llevaba casi 900 mil dólares en efectivo hasta Argentina en momentos en que en el país había, y hay, un estricto control de cambio.


También les pareció de lo más normal que llegara una cantidad importante de contenedores llenos de comida podrida. O que se perdieran quinientos millones de dólares del fondo de pensiones de Pdvsa. A los parlamentarios rojos eso ni les preocupó. Con disciplina cuartelera levantaron sus manos para negar cualquier investigación.

Ni siquiera las denuncias de Jorge Giordani y Edmeé Chacón, quienes aseguraron que el año pasado empresas de maletín se apropiaron de 20 mil millones de dólares a través de Cadivi, movió a los diputados del PSUV a plantearse una investigación. El coronel Barroso, quien fue presidente del ente cambiario ni siquiera ha sido llamado por el Parlamento para que informe lo que sabe del caso.

Casi al instante de producirse el apagón del pasado lunes 2, el presidente Maduro comenzó la cantaleta oxidada del “sabotaje”, pero nada dice de la cifra estimada de treinta y un mil millones de dólares destinados al sector, sin que nadie sepa su destino final. Solo se sabe que las fallas han dejado de ser un flajelo que solo afectaba al interior del país, para reproducirse con frecuencia en Caracas.

En Bolívar todas las empresas de la CVG dan cuantiosas pérdidas y los propios trabajadores afines al madurismo hablan de la “mafia del hierro y del aluminio”, pero los diputados del PSUV miran para otro lado. Andrés Velásquez le ofrece a Maduro las pruebas de la corrupción que se produce en ese estado, y éste se hace el loco.

Otra manifestación de corrupción es colocar a la “justicia” para perseguir a quienes disienten o rechazan el modelo madurista. Un caso emblemático es el del general Raúl Baduel, quien “rescató” a Chávez durante el golpe de abril de 2002. A ese caso se suman dos más recientes: el de la diputada María Mercedes Aranguren y el del gobernador de Lara, Henri Falcón. No hay duda de que el madurismo corrompe hasta la lucha contra la corrupción.
Fuente: TalCual

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