lunes, 21 de julio de 2014

Superdeuda petrolera

¿Cuál es el próximo negocio con China? Persistes especulaciones sobre venta de Citgo. Ahora Rusia es dueña de las operaciones que realizaba Wheaterford en Venezuela. No hay capacidad de producción nacional adicional para más ventas de petróleo a futuro

JOSÉ SUÁREZ NÚÑEZ/TALCUALDIGITAL
Tres compañías internacionales de servicios petroleros han sido solicitadas y se firmaron los contratos correspondientes (Wheaterford, suiza y Schlumberger y Halliburton, estadounidenses) para que saquen adelante la producción, porque en algún momento del futuro se presentará un repunte de la demanda y Petróleos de Venezuela no estará en capacidad de hacer su aporte al mercado, y obtener mayores ingresos por exportaciones petroleras.

La firma suiza ya se retiró de Venezuela y le vendió a Rusia por 500 millones de dólares, en efectivo, las operaciones que tenía en Rusia con 61 taladros de tierra activos y los seis taladros que tenía en Venezuela y su staff de unas 375 personas. Hace muchos años que Wheaterford operaba en Anaco, Monagas, Barinas, Cabimas, Ciudad Ojeda y Maracaibo, pero sigue activa en Argentina y otros países de la región.

Ahora Rusia se hará cargo de esas obligaciones y de igual manera del control de la producción. Como Wheaterford no se ha retirado de las actividades de empresas de servicio, decidió que era más atractivo vender a Rusia y quitarse el problema de los pagos.

Ya en este momento, el millón de barriles que quiere China, Venezuela no tiene capacidad de producirlos, y en las nuevas reuniones que tenga el presidente Maduro con el presidente chino Xi Jinping, donde se menciona otro préstamo de 4.000 millones de dólares, con suministro de petróleo a futuro, habrá que quitarle crudos a otros clientes, principalmente a los países amigos de PetroCaribe, pero esto podría debilitar la hegemonía que el gobierno quiere mantener en la región con los vecinos. Podrían ensayar otro escenario, siempre alrededor del petróleo, porque Venezuela no tiene otro activo que ofrecer.

SCHLUMBERGER Y HALLIBURTON 
Las firmas estadounidenses Schlumberger y Halliburton están cumpliendo con los acuerdos de producción firmados con Pdvsa, y han permanecido calladas sobre los montos de producción de 6 millones de barriles diarios que ha prometido Pdvsa a corto y mediano plazo.

En algún momento se ha mencionado la venta total de Citgo, y de paso los contratos de suministro a las tres refinerías que tiene Pdvsa en EEUU, (más de 300.000 barriles diarios de crudos) podrían ser un activo negociable. Pero Pdvsa perdería ese flujo de caja mensual en dólares y puntuales (de alrededor de más de 1.000 millones de dólares mensuales), sin incluir las exportaciones de los productos.

Hasta ahora los ingresos han sido por endeudamiento, y la deuda central y de Pdvsa conjunta, hasta el cierre del 2013 es de 158.700 millones de dólares, según Ecoanalítica y para cancelar el servicio de la deuda este año, se requieren 14.100 millones de dólares. Es una cifra impresionante hasta para las grandes potencias.

Muchos expertos ya se han paseado por el problema de la baja producción venezolana y han expedido sus correspondientes récipes, pero Pdvsa no ha querido tomar la medicina. El gran error original, ha sido dedicarse únicamente a la Faja del Orinoco, que aunque de esa área se puede extraer el barril más barato en el mundo, después requiere un proceso para llevarlo a las refinerías que lo hace más costoso.

Las reservas probadas desarrolladas las ha olvidado. Además, la concentración en la producción de la Faja, obliga a extraer livianos (los que menos tenemos) para mezclarlos con los extrapesados para suministrar crudos comerciales y cumplir compromisos pendientes.

No creen los expertos que la crítica situación financiera contribuya a poner en práctica el "plan petrolero de Irak", que forzado por las acciones terroristas de los adversarios del primer ministro Al Maliki, entregó totalmente la exploración y producción a varias empresas estatales de China, que operan y mueven la producción hasta las terminales de exportación.

Las empresas estatales chinas, son mejor vistas en los países huéspedes del Medio Oriente, que las transnacionales occidentales. Las firmas chinas están de acuerdo en ganar menos porcentajes de beneficios y pagar los gastos de seguridad para su personal. Es una odisea la vida diaria de un trabajador chino en Irak.

El gobierno de Irak se ha desentendido del problema de la seguridad y lo ha dejado en manos de las compañías, asunto que no comparten las firmas occidentales, porque les ocasiona cifras impresionantes de gastos y tienen la experiencia de los años de ocupación de los estadounidenses, que fueron los pioneros en sentar las bases para levantar Irak, pero no quieren enredarse en los conflictos políticos de Irak con sunitas, chiítas, Al Qaeda o de yihaditas.

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