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| FOTO SAÚL UZCÁTEGUI |
ANA MARÍA LÓPEZ /TalCualDigital
A los estudiantes de la Escuela de Química en la Universidad Central de Venezuela cada día se les hace más difícil graduarse en cinco años. Aunque ese es el tiempo mínimo que establece la carrera, muchos de los bachilleres culminan en seis u ocho años porque están a la espera de cursar las prácticas de laboratorio, entre ellas Orgánica ó Análisis Instrumental.
El problema recae en la falta de reactivos y equipos para realizar las prácticas. Cada estudiante debe hacerlas de forma individual para alcanzar los conocimientos y las destrezas necesarias para aplicarlas en la rutina de trabajo.
Como no hay suficientes sustancias y aparatos como el agitador magnetico y lámparas de UV se limita el cupo a cinco personas, el resto (40) quedará para el siguiente semestre, explican los estudiantes.
La situación económica de la Facultad de Ciencias no es tan crítica como en otras facultades de la UCV. Allí si tienen los bolívares para comprar los reactivos (cloroformo, metanol, entre otros) y equipos, sin embargo las casas comercializadoras que los suministran no tienen acceso a los mecanismo implementados por el Banco Central de Venezuela para adquirir las divisas.
A eso se le suma que para la compra de los reactivos se necesitan permisos del Darfa y el Cicpc, pero ante la rigurosidad que aplican se debe recurrir a "contactos" para agilidad las autorizaciones.
La profesora de Química Orgánica, María Rodríguez, explica que anteriormente a los estudiantes de la carrera se les proveía de tubos de ensayo, papel de filtro, lentes y guantes, pero ahora los jóvenes deben comprarlos porque en los laboratorios hay un déficit grave y solo quedan pocos embudos y beaker.
"Lo que viene es un panorama oscuro para la docencia en el área de las Ciencias Básicas y la única forma en que puede resolverse, a mi entender, es teniendo una política de Estado que tenga como consecuencia apoyar a la docencia en las universidades", porque lo que está ocurriendo es que cuando los muchachos se gradúan no pueden realizar investigaciones y el único campo de trabajo es en un laboratorio clínico o vendiendo productos médicos.
La falta de profesores también ocasiona un límite en el aprendizaje ya que diez años atrás contaban con 20 profesionales a cargos de Química Orgánica lo que permitía abarcar completamente el programa de estudios. Ahora ejercen 7 lo que ha hecho que solo se dediquen a materias obligatorias, afectando a las electivas y al postgrado.
"Actualmente solo hay un estudiante que ingresará a Orgánica en el Postgrado de Química, donde se dedicará exclusivamente a hacer investigación, simplemente porque no hay becas".
Anteriormente existía la Misión Ciencia, donde el Estado otorgaba subsidios, pero fue reemplazada por Fundayacucho donde "solo le dan entrada a la gente que tiene bajos recursos; pero aquí los muchachos son de clase media, media alta y no tienen opción de hacer el postgrado".
Lo que una vez más afecta a nuevas generaciones, que deberían preparase para realizar investigaciones a favor del desarrollo del país y de todo el mundo.
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