jueves, 24 de mayo de 2012

El caos viaja en Metro

Según extrabajadores, fallas mensuales habrían aumentado de 10 a 500 solo en la línea 2. Usuarios apelan al transporte superficial por temor a quedarse detenidos por varios minutos en los túneles. Muchos recuerdan con agradecimiento la gestión del fundador José González Lander

DANIEL PALACIOS YBARRA/TalCualDigital
Pese a los recurrentes reclamos de los usuarios, persiste el temor de un posible colapso del Metro de Caracas por una aparente falta de mantenimiento que dilata el servicio.

Atribuible a esta causa, en 2011 se desprendió un vagón en movimiento en la estación Palo Verde. A esto se suman las recurrentes inundaciones en las estaciones Chacaíto, La Hoyada y Petare en temporadas de lluvias, así como la prolongada espera en la llegada de trenes, que en teoría no debe superar los 90 segundos en condiciones normales.

Ronald Gutiérrez opta por no usar el Metro. De los siete años que tiene viajando a Caracas desde Caucagua, tiene otros dos años clasificando las horas del servicio, para determinar cuándo no debe montarse en el tren. "Son tan buenos los equipos franceses de la época de González Lander, que aguantan el julepe (el uso) que se le da para transportar a miles de usuarios.

Después de las 5:00 de la tarde evito usar la estación Miranda (otrora Parque del Este), porque es difícil lidiar con la cantidad de pasajeros en el andén. La espera puede extenderse hasta cuatro minutos entre cada tren, sin tener la garantía de montarme. A veces, después de tres o cuatro intentos fallidos, es que finalmente accedo a un vagón que me lleve a La California", donde un familiar lo pasa buscando.

Por eso, "prefiero mil veces calarme una cola en la calle, que estar metido en el subterráneo con el temor que el tren se detenga y la única respuesta que tenga del Metro es que están tomando medidas. Eso no me sirve de nada. Si siempre ofrecen excusas, entonces nada está mejorando. Tan sencillo como eso", replicó el joven de 23 años.

Con problemas de salud, Mariana Sosa venía de aplicarse un tratamiento médico cuando el tren se detuvo como seis minutos entre Chacaíto y Chacao, en sentido Palo Verde. "Ese día me sentía muy mal y casi me desmayo por el calor y la claustrofobia que provoca estar tanto tiempo detenida en un túnel oscuro, con la incertidumbre de saber si el tren avanzará o es que realmente hay una emergencia. Finalmente un señor me dio el puesto, casi a punto de que me desmayara", recordó esta pasajera quien exhorta a que "cualquier paciente debe evitar montarse en Metro".

LA INVERSIÓN NO SE VE
Luis Román, extrabajador del sistema subterráneo, se refirió a la línea 2 como parte de un rosario de retrasos en el traslado de sus 250 mil pasajeros. En enero de este año se registraron al menos 500 fallas que desmejoraron el servicio.

"Hace diez años, en 2002, cuando yo trabajaba en Metro, quizás había 10 averías al mes. Por eso no comprendemos a qué se refiere el presidente del Metro Haiman El Troudi, cuando aseguró que el sistema había mejorado en un 96%. Técnicamente es imposible considerando las quejas de los usuarios. Se ha invertido un realero que no se ve ante lo ojos de lo pasajeros".

Informa además sobre una supuesta irregularidad con los tiempos de formación de los operadores. "En el año 1982 me certifiqué como conductor de trenes con siete meses de estudios teóricos y otros doce meses de práctica con la supervisión de otro compañero. Ahora solo bastan tres o cuatro meses para que un trabajador de Metro sea el responsable de un tren en movimiento", detalló el extrabajador de la institución.

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