miércoles, 20 de febrero de 2013

Productos regulados registran el mayor aumento en 21 meses

VÍCTOR SALMERÓN |  EL UNIVERSAL
A fin de contener el avance de la inflación el Gobierno decide cuándo y cuánto puede aumentar el precio de una amplia gama de productos principalmente, alimentos y medicinas, pero el control hace aguas.

Salvo en noviembre, cuando autorizó ajustes en el valor del arroz, café y harina de maíz, el Gobierno no ha permitido incrementos pero el Banco Central, registra que en enero el precio de los productos regulados aumentó 3,3%, el mayor avance en los últimos 21 meses.


Al mismo tiempo, la escasez de productos básicos se situó en lo más alto desde enero de 2008 elevándose a 20,4%.

Cuando el Gobierno mantiene inalterable un precio que no permite cubrir los costos y obtener rentabilidad, los empresarios disminuyen la producción y surge la ausencia de productos básicos.

Además la escasez ha crecido por los retrasos en la entrega de dólares que permiten realizar a tiempo las importaciones que complementan la oferta nacional.

El resultado es que en medio de la escasez los comercios comienzan a violar las regulaciones. En enero el precio del pollo en los mercados municipales se situó en 30 bolívares el kilo cuando en teoría no debería superar 15 bolívares.

La lista de productos donde ocurre esta situación es larga y explica la inflación en los bienes regulados a pesar de que no ha habido autorización para los incrementos.

Los desequilibrios crecen. Urgido de recursos para cuadrar sus cuentas el Gobierno devaluó la moneda 31,7% para obtener más bolívares por cada petrodólar encareciendo el precio de los productos e insumos importados con lo que aumentan los problemas para que las empresas puedan cubrir sus costos.

Analistas explican que si el Gobierno no permite el ajuste en el precio de los productos regulados para cubrir el rezago existente hasta enero y el impacto de la devaluación, la escasez podría situarse en niveles alarmantes.

Pero desde la óptica oficial solo existe un problema de especulación. Ricardo Menéndez, ministro de Industrias, aseguró la semana pasada que la devaluación no debe traducirse en alza de precios.

"Hay una falsa premisa y es que como hay un ajuste cambiario entonces deben ajustarse nuevamente los precios de todos los productos. Esto es una premisa falsa, sobre todo, porque está vinculada a pretender que los valores especulativos que ya habían asumido desde noviembre y diciembre del año pasado y enero deben volverse a incrementar", afirmó Ricardo Menéndez.

Desde noviembre del año pasado la inflación tomó impulso. Durante la campaña electoral, decisiva para la reelección de Hugo Chávez, el Gobierno disparó el gasto y la masa de dinero en la economía creció 60% generando un desequilibrio donde más bolívares detrás de la misma cantidad de productos se tradujeron en aumentos de precios.

Al mismo tiempo una parte de los bolívares se dirigió a la compra de divisas en el mercado paralelo donde el dólar alcanzó niveles récord.

Si bien la Ley de Ilícitos Cambiarios impide a los medios de comunicación divulgar el valor del dólar en este mercado, la cotización aparece diariamente en portales web y una gran cantidad de comerciantes que no reciben dólares al tipo de cambio oficial, o los obtienen con retardo, fijan sus precios de acuerdo con el valor del billete verde en el mercado paralelo donde adquieren las divisas a tiempo.

Hasta ahora las autoridades no han tomado ninguna medida que permita disminuir el precio del dólar en este mercado a pesar de que los técnicos del Banco Central han advertido de que para contener el ascenso de la inflación es vital intervenir.

Bancos y firmas como Ecoanalítica esperan que este año la inflación se sitúe en 30%.

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