Caracas, (Prensa Latina).- El ministro venezolano de Relaciones Exteriores, Nicolás Maduro, rechazó hoy la injerencia de Estados Unidos en Egipto, donde 18 días de protestas populares obligaron a la renuncia del presidente, Hosni Mubarak.
"Es repudiable cómo se pretende desde Washington con declaraciones del presidente Barack Obama, el Departamento de Estado y la CIA monitorear a un país del poder y la historia de Egipto, con 80 millones de habitantes; es inaceptable", apuntó citado por la Cancillería.
Maduro insistió en el llamado a la comunidad internacional a respetar las decisiones de ese pueblo árabe, firme en sus reclamos a pesar de la violencia de algunas jornadas.
Nadie debe inmiscuirse en los problemas internos de Egipto y el mundo árabe, advirtió el titular en momentos en los cuales la Casa Blanca y sus aliados maniobran para incidir en el rumbo de los acontecimientos después de la salida de Mubarak del poder.
Según el canciller, Venezuela sigue de cerca los sucesos en Egipto, los que consideró parte de un despertar general en busca del multilateralismo.
Los pueblos aspiramos a un mundo sin hegemonías ni imperios, marcado por relaciones de igualdad, cooperación y paz, sentenció.
"Es repudiable cómo se pretende desde Washington con declaraciones del presidente Barack Obama, el Departamento de Estado y la CIA monitorear a un país del poder y la historia de Egipto, con 80 millones de habitantes; es inaceptable", apuntó citado por la Cancillería.
Maduro insistió en el llamado a la comunidad internacional a respetar las decisiones de ese pueblo árabe, firme en sus reclamos a pesar de la violencia de algunas jornadas.
Nadie debe inmiscuirse en los problemas internos de Egipto y el mundo árabe, advirtió el titular en momentos en los cuales la Casa Blanca y sus aliados maniobran para incidir en el rumbo de los acontecimientos después de la salida de Mubarak del poder.
Según el canciller, Venezuela sigue de cerca los sucesos en Egipto, los que consideró parte de un despertar general en busca del multilateralismo.
Los pueblos aspiramos a un mundo sin hegemonías ni imperios, marcado por relaciones de igualdad, cooperación y paz, sentenció.
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