miércoles, 9 de febrero de 2011

El torneo caribeño da de qué hablar

Los puertorriqueños volvieron a mostrar en Mayagüez que su beisbol está en crisis
Por: Héctor Becerra/TalCualDigital
A pesar de todos los esfuerzos que hacen sus organizadores para mantener la vigencia y competitividad de la Serie del Caribe, la edición que acaba de finalizar el lunes en Mayagüez, Puerto Rico, dejó al descubierto una gama de fallas que dan argumentos a sus críticos y atentan contra su permanencia.

Juan Francisco Puello Herrera, el dominicano presidente de la Confederación de Beisbol Profesional del Caribe, máximo defensor del evento que reúne anualmente a los campeones de las ligas de México, Puerto Rico, República Dominicana y México, ha declarado en más de una ocasión que el torneo ha sufrido cambios sustanciales, principalmente en lo que se refiere a la ausencia de peloteros estrellas.

Sostiene el dirigente que esta situación, contrariamente a lo que pueda pensarse, no es un aspecto determinante como para decretar ya el fin del certamen. Y explica que debe entenderse que ahora la Serie quedó para los prospectos, los peloteros jóvenes en ascenso, y para los jugadores que están fuera del llamado beisbol organizado, que no es otra cosa que las Grandes Ligas estadounidenses. "Esa es nuestra realidad", señaló tras el triunfo mexicano de hace dos días.

La posición de Puello es aceptable hasta cierto punto. Está claro, y así deben aceptarlo detractores y partidarios del certamen caribeño, que la MLB aplicará cada vez más restricciones a sus jugadores, a quienes les pagan salarios millonarios para que actúen en las mayores. Los peloteros, por su parte, no asumen riesgos y prefieren descansar antes de presentarse a los campos de entrenamientos en el norte, que abren apenas poco días después de concluida la Serie.

BORINQUEN NO LEVANTA
Jugar sin estelares y hacerlo con jóvenes o veteranos en busca de trabajo, quienes utilizan el clásico regional como vitrina, sin embargo, tiene sus bemoles desfavorables, sobre todo en un escenario como el de Borinquen donde la pelota profesional ha caído en una especie de marasmo del cual no se ha levantado. Fue notoria la falta de público en el estadio "Isidoro `Cholo` García", incluso en los encuentros de la novena puertorriqueña. ¿Qué pasará en el futuro? La ausencia de los ídolos, sin que esto signifique menospreciar la actitud de los peloteros presentes, será muy difícil de superar.

Por lo que luce necesario entonces meterle el cuerpo a otras situaciones que sí parecen estar al alcance de los promotores. Una de ellas es mejorar el cuerpo de árbitros, autores de una cantidad de sentencias erradas que perjudicaron el espectáculo, y a los que el manager de los Caribes de Anzoátegui, Julio Franco, calificó como "el grupo menos profesional que he visto".

También sería importante revisar el actual formato para los casos de empate entre tres o los cuatro clubes, ya que decidir cuáles serían los equipos finalistas según el promedio de carreras anotadas y recibidas, como el gol average del fútbol, es una solución alejada de los fundamentos de este deporte.

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