jueves, 18 de agosto de 2011

Uribe reitera la acusación a Chávez por su apoyo a Piedad Córdoba


El ex presidente de colombia Álvaro Uribe declara ante el Congreso. | AP

Efe | Bogotá |El Mundo es.
El ex presidente colombiano Álvaro Uribe reiteró este jueves su acusación de injerencia indebida en su país por parte del gobernante venezolano, Hugo Chávez, al apoyar con dinero algunas actividades de la ahora ex congresista opositora Piedad Córdoba.


Durante una comparecencia ante el comité parlamentario que investiga su presunta implicación en una trama de espionaje ilegal, Uribe se ratificó en que Córdoba recibió respaldo económico de la multinacional Monómeros Colombo-Venezolanas.

Las aportaciones se hicieron públicas por versiones de la prensa colombiana, que en agosto de 2008 aseguraron que esa compañía, con sede en Barranquilla (norte) y del grupo de Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA), había aportado a Córdoba unos 135.000 dólares.

Córdoba, por entonces senadora liberal, admitió entonces que la multinacional dio apoyo económico a la campaña que ella mantenía para la puesta en libertad de rehenes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Las aportaciones eran "un proceso dañino para el país de utilización de dinero extranjero para alterar la política colombiana", consideró Uribe (2002-2010) ante la Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara de Representantes.

Conflicto entre Uribe y Córdoba

Uribe observó que un año antes también había afrontado una situación de "dificultad" con Córdoba que se derivó de la participación de Chávez como facilitador de la entrega unilateral de rehenes por parte de la guerrilla de las FARC.

Por una oferta del presidente venezolano, Uribe lo autorizó a mediados de 2007 para que él y Córdoba intermediaran ante las FARC, que por entonces tenían entre sus rehenes a la ex candidata presidencial Íngrid Betancourt y a tres estadounidenses, rescatados en julio de 2008 junto a otros once cautivos.

El ex gobernante reiteró que la decisión de suspender estas gestiones en noviembre de 2007 la adoptó en respuesta a unas llamadas telefónicas de Chávez a altos mandos militares colombianos, lo que, a su juicio, no podía admitirlo.

Chávez llegó a hablar con el entonces comandante del Ejército, el hoy general en retiro Mario Montoya, mas no con el jefe de las Fuerzas Militares, el también general en retiro Freddy Padilla, recordó Uribe, quien se preguntó: "¿Qué tal el presidente de Colombia llamando a los comandantes de los ejércitos de otros países?".

Más polémica

Uribe también detalló que otra polémica fuerte con Córdoba la desató una participación de ella en un encuentro político en México, en marzo de 2007, en el que participaron las FARC mediante una declaración y un vídeo.

Allí, la todavía senadora invitó a los "gobiernos progresistas" a que rompieran relaciones con Colombia, país que, para ella, tenía como presidente a un "mafioso, paramilitar y asesino", según lo recordado por el ex presidente.

"Es una falta muy grave a la patria", afirmó Uribe, y volvió a preguntarse si los gastos del viaje y el alojamiento los cubrió o no Córdoba y, en caso contrario, por qué el hecho no ha sido investigado.

Uribe además señaló que la muerte en 2006 de Jaime Enrique Gómez, asesor de Piedad Córdoba, "fue un accidente", cuando este desapareció mientras hacía deporte en un parque de Bogotá y tras hallar su cuerpo se determinó que falleció por golpes en la cabeza.

Córdoba, que ha sido mediadora para la liberación de una docena de secuestrados por las FARC, perdió su escaño en 2010 tras ser inhabilitada por la Procuraduría General, que la sancionó por supuestos nexos con la guerrilla.

Dice que no ordenó espiar

Uribe dijo que ni él ni sus colaboradores, como el ex secretario general de la Presidencia Bernardo Moreno, que está detenido, "jamás" ordenaron espiar a periodistas, y acusó expresamente a dos informadores de mentir y maltratarlo.

Durante su comparecencia ante la Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara de Representantes, Uribe citó a Daniel Coronell, columnista de la revista Semana y actual vicepresidente de noticias de Univisión, y Hollman Morris, director del programa televisivo Contravía.

"Coronell me hizo cargos muy graves, se los respondí", dijo el ex gobernante, al manifestar que este periodista "mintió" cuando señaló que el entonces presidente había ordenado la interceptación de sus comunicaciones.

"Jamás, jamás de los jamases se me ha pasado por la mente ordenar una persecución a un periodista, a una ONG, yo combato con las armas sobre la mesa, con claridad, la única vez que le pregunté al general (Óscar) Naranjo por Coronell fue cuando se iba a Estados Unidos por seguridad porque aquí tenía amenazas, tuvo buen nivel de seguridad durante mi gobierno", remarcó.

Sobre Morris señaló que es el responsable de la denuncia cursada en Washington, donde se le acusa de conocer la vinculación de militares, en su día, con los asesinos de sindicalistas de la minera estadounidense Drummond, que opera en el departamento regional colombiano de Cesar.

"Hollman Morris me ha maltratado", aseveró Uribe, al insistir en que precisamente durante su Gobierno se protegió a los sindicalistas y se logró que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sacara a Colombia de la lista negra por violencia contra los representantes de los trabajadores.

"Morris es de los instigadores en Washington de esa denuncia contra mí, como (el sacerdote) Javier Giraldo me ha difamado en compañía con Holman Morris", agregó.

El ex presidente dijo que Morris además "violó" un acuerdo alcanzado para la liberación de un grupo de rehenes por las FARC.

"De acuerdo a ese mecanismo, durante horas habría parálisis de operaciones militares; nosotros cumplimos, el señor Morris violó esos límites y se fue a entrevistar a la guerrilla", afirmó el exgobernante.

"Un Gobierno que procedió de buena fe para facilitar las liberaciones se ve totalmente estafado por alguien que había demostrado bastante desafecto al Gobierno y bastante afecto y cercanía a la guerrilla", agregó Uribe sobre el periodista.

Después, "al señor Morris no sé por qué le quitaron la visa de Estados Unidos y dijo que se la habían quitado por mí (...); eso no pasa por mi cabeza, yo no soy de esas confabulaciones".

"Mi Gobierno discrepó públicamente con algunos periodistas, pero mi Gobierno jamás tuvo en mente nada distinto que darles protección, la seguridad democrática construyó al periodismo un mundo diferente, antes lleno de temor por los grupos terroristas; a medida que avanzó la seguridad encontraron espacios para ejercer la profesión", argumentó.

Con respecto a Moreno, detenido a la espera de juicio por espionaje ilegal, Uribe dijo que se le acusó de haber dicho a la entonces directora del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS, central de inteligencia), María del Pilar Hurtado, que "el Gobierno tenía interés de conocer de Coronell y otras personas".

Y ese sentido, dijo: "Bernardo Moreno me ha repetido en todas las circunstancias que eso es falso".

"Moreno, como secretario general de la Presidencia, autoricé a que me ayudara, pero jamás a dar instrucciones ilegales", manifestó Uribe, para después resaltar que "es un hombre totalmente transparente".

Defensa

Uribe defendió este jueves que durante su gestión "lo que se dio fue un gran apoyo a la Justicia", a pesar del deterioro que presentaron las relaciones entre el Ejecutivo y el poder judicial al final de su Gobierno.

Uribe insistió en que en vez de perseguir a la Justicia, como se le ha recriminado, en su administración se propuso apoyarla, y recordó el aumento del 52 por ciento del presupuesto para la rama judicial que impulsó.

Entre otras iniciativas judiciales, destacó la Ley de Justicia y Paz, marco jurídico para la desmovilización de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) a cambio de beneficios en el cumplimiento de las penas, en el 2006.

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